El consumo de grillos se perfila en México como una alternativa alimenticia por su alto contenido en proteína -superior al de la carne animal- en comunidades de bajos recursos con problemas de desnutrición, publica el siglo.com.pa

Las proteínas presentes en estos insectos contienen aminoácidos que no son bloqueados por el cuerpo, algo que sí ocurre con la carne.

Jessica Segovia, estudiante de Nutrición de la Universidad del Valle de México (UVM), apuesta por el consumo del grillo común («Acheta domesticus») argumentando que, por cada 100 gramos, el insecto aporta 69 gramos de proteína, mientras que el pollo y la res, en las mismas cantidades, aportan solo 22 gramos.

Además, las proteínas presentes en estos insectos contienen aminoácidos que no son bloqueados por el cuerpo, algo que sí ocurre con la carne.

A esto cabe agregar que también contienen micronutrientes, altas cantidades de magnesio y zinc, contó la joven, que durante su investigación en dichas comunidades observó que los infantes «tenían desnutrición proteica».

En términos medioambientales también el grillo resulta más óptimo frente a la res o el pollo pues en su producción no se daña el ecosistema, ya que los insectos «forman parte de una población grandísima y, de consumirlos, no existe apenas modificación».

«En cambio los pollos y la res sí causan un desequilibrio dentro del ecosistema cuando lo consumimos», aseguró.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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