Margarita Brito Fco.
margaritabrito@yahoo.com
Puebla, México. Visitar Puebla es conocer una cultura milenaria, en esta ciudad fundada en 1531, pero cuya cultura se remonta a muchos siglos antes de la llegada de los españoles, razón por la cual no debes dejar de visitar sus museos.
En el Centro Histórico hay tres patrimonios que es imposible dejar de ir: la Casa del Alfeñique, el Museo Amparo y la capilla de los Remedios.
Sin lugar a dudas, si se quiere conocer la cultura antiquísima de los primeros habitantes de México 1,200 años antes de Cristo, el museo Amparo brinda esta experiencia.
Ver la artesanía, la escultura de esta cultura: figuras de piedra de recién nacidos con sus cabezas alargadas similar a una “mazorca de maíz”, símbolo de que se era de clase alta, ya que la agricultura fue uno de los elementos para desarrollar la escultura y otras manifestaciones como los sacrificios humanos para complacer a los dioses, es simplemente fascinante.
Conocer sus costumbres, cómo vinculaban la serpiente con la figura femenina, su actitud con los dioses, entierros y costumbres harán que el visitante tenga una perspectiva de lo que fue esta civilización.
Puebla es la segunda ciudad de México con más museos: 38, el Museo Amparo es uno de los más importantes, pese a que sólo tiene 24 años. El edificio que lo aloja data de 1531 y fue el primer hospital en la época de la colonia, el de San Juan de Letrán, conocido como el Hospitalito y además fue colegio de niñas en 1642.
Creado en memoria de Amparo Rugarcía de Espinosa esposa del banquero y filántropo mexicano Manuel Espinosa Yglesias, su finalidad es difundir la cultura a través de todas sus formas: las artes plásticas, la música, el cine, la literatura y la danza.
La colección permanente del Museo Amparo abarca desde lo prehispánico hasta las expresiones más recientes y es testigo de imaginarios, sensibilidades, expresiones, estilos y lenguajes plásticos en México y a través de los siglos.
La muestra del período prehispánico supera los 1,700 registros, y es la más importante albergada en un museo. privado en México.
Destacan las piezas de cerámica de Talavera en la cocina, que en estas casas coloniales estaban en el último piso. En el primer piso los espacios de la familia y abajo los de los sirvientes, esclavos, almacenes y los caballos. La sala de música y la de bordar de las damas, eran otros espacios destacados.
La Casa del Alfeñique
Llamada así por su decoración de mezcla blanca que semejan los dulces de azúcar o Alfeñiques, que eran famosos en Puebla, la Casa fue construida por Antonio Santamaría de Incháurriegui a su prometida, Ana, que según la leyenda impuso una condición para casarse: él debía construirle “una casa de dulce”.
Don Ignacio se dio a la tarea de construir una casa digna de los caprichos de su amor, su próxima esposa. En 1790 y gastando 14 mil 900 pesos en oro.
Don Ignacio y Ana se casaron y llevaron su amor a la anhelada casa de dulce, que en la actualidad es reconocida como uno de los inmuebles más hermosos de Puebla.
En esta casa, hoy museo, donde además de todo el mobiliario de una casa del siglo XVII, la capilla y demás, lo más importante es el gran códice que se conserva a la entrada(sólo 14 sobreviven y 12 estàn en Europa), que narra la conquista de México. El códice, escritura pre hispánica de un territorio en América, es un documento legal que cambia la historia de conciliar de México; fue hecho en algodón y pintado con pigmentos vegetales y de animales.
Además de que es único documento que existe de la conquista, narra las guerras y es el mapa más antiguo que existe de Guatemala.
Capilla del Rosario
Considerada la octava maravilla del mundo, la Capilla de la Virgen del Rosario, anexa a la iglesia de Santo Domingo, es una obra del siglo XVII, calificada en esa época como La Casa de Oro, es el más destacado ejemplo del estilo arquitectónico barroco tardío, una de las mayores realizaciones artístico-religiosas de México.
Cuando el visitante llega a esta hermosa capilla, donde toda la luz es natural, sólo puede quedar admirado y con la boca abierta por este hermoso escenario para la fe, pero también de imaginaciòn y fantasía, en el cual cada elemento tiene un significado.
La imagen de la virgen al centro protegida en la parte de arriba por Santo Domingo de Guzmán destacan en esta hermosa capilla, un reflejo del poder económico de la iglesia en aquellos años y de la ambición y suntuosidad con que sus templos fueron planeados y edificados.
El culto a la Virgen del Rosario fue promovido por la orden de los dominicos, quienes dedicaban en cada uno de sus conventos una capilla a su devoción. En México los primeros religiosos de la orden llegaron en 1526, pero no fue en 1531 cuando iniciaron la construcción de su primer templo importante en Puebla, que también está dedicado al Alcángel San Miguel, la capilla del Rosario fue concebida hasta 1650 y consagrada en 1690.
Si te gusta conocer culturas diferentes Copa Airlines te lleva a diferentes destinos, para que puedas hacerlo, si quieres ir a Puebla, la línea aérea te lleva de Santo Domingo a Panamá y desde allí hasta México.