Beauvais, Francia.- Es una hermosa ciudad, a solo una hora de Paris, en el departamento de Oise, declarada «Ville d’art et d’histoire» (Ciudad de arte  y de historia) en 2012, por el Ministerio de Cultura, la cual pudimos conocer y caminar por sus calles durante todo un mes.

En el parque central la estatua de Jeanne Hachette, heroína de Beauvais, 1472.

Lo cierto es que la ciudad me encantó. Caminar por sus calles llenas de historia me fascinaba, además de la amabilidad de su gente.  ¡ Me quería quedar, jajaja!

Lo primero que destaca es la catedral, en estilo gótico, de  Saint Pierre (San Pedro), construida entre los siglos XIII y XVI,  que aunque inacabada luce imponente

Con hermosos vitrales, un gran reloj astronómico de 12 metros de altura, una obra del siglo 19 recientemente restaurado, el cual proporciona información de estaciones, mareas y eclipses, y un  reloj medieval del siglo XIV, uno de los relojes de carillón más antiguos que aún funciona.

Beauvais tiene otros hermosos monumentos, como el Museo de Oise – MUDO- con sus torres del siglo XIV y su hermoso jardín francés, un antiguo palacio episcopal que hoy alberga el MUDO, con una colección de obras del siglo XIX dedicada al paisaje. La iglesia de Saint Etienne, una de las más antiguas de Beauvais, cuyos vitrales son reconocidos como obras maestras del Renacimiento.

Folleto de la Oficina de Turismo

Beauvais tiene varios parques para caminar, disfrutar en familia y realizar deportes como kayac, barca o hidropedales y otras actividades acuáticas, pudimos visitar el Plan de Canada, donde el ambiente invita a relajarse y a pasar un buen día.

El cuerpo de agua de Canadá cuenta con un área de natación y pesca, juegos infantiles, áreas de picnic y para jugar voleibol, tenis de mesa y nadar.

Mercado

Los fines de semana el mercadito en el  centro invita a comprar productos frescos, flores, ropa y artesanías a muy buenos precios.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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