hilo dental
Normalmente cuando tenemos una cita, vamos a una fiesta, al cine o a cualquier lugar, tratamos de lucir lo mejor posible, sin embargo muchas veces olvidamos algo muy importante: el aliento y que además del cepillado es importante usar hilo dental, desinfectante bucal y visitar periódicamente al dentista.

Muchas personas no se dan cuenta de que sufren de halitosis y que cuando se acercan para conversar con amigos o conocidos, cuando hablan es como si le dieran al interlocutor un puñetazo en el estómago.
Diferentes problemas causan mal aliento, lo primero que debe evaluar y examinar es la boca, dientes y encias y de no encontrar respuesta, evaluar las causas otros orígenes.
Contra la halitosis, un mal que afecta tanto a ricos como a pobres, que descuidan su higienem es de ayuda tener una persona de confianza,
familiar o amigo, a quiense le pueda indagar sobre la calidad del aliento que exhalamos.
También hay que evaluar situaciones críticas para el aliento, como alimentos que pueden impactar, bebidas, hábitos, medicamentos.
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El mal aliento puede ser señal de una enfermedad periodontal, un sangrado persistente de las encías puede ser causado por deberse también a enfermedades graves, como leucemia y trastornos hemorrágicos y plaquetarios.

una buena higiene oral

Una buena higiene oral puede acabar con la halitosis, si el problema se origina por esta causa. Este aseo debe incluir la lengua, para prevenir la proliferación de bacterias causantes de olores desagradables, enfermedades orales y extra orales.

La higiene oral, en el tratamiento de la halitosis, se enfoca a la reducción mecánica y química de microorganismos de la cavidad bucal. La desinfección debe hacerse en todas las áreas de la boca, pues las bacterias pueden trasladarse de un nicho a otro.
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Es muy importante el cepillado, el uso del hilo dental y la remoción de placa y del recubrimiento lingual, además de la limpieza de prótesis removibles en quienes las usen. El control mecánico de la higiene oral debe realizarse al mismo tiempo que la evaluación de hábitos que pueden afectar el aliento, como el consumo de algunos alimentos, alcohol y tabaco.
Recordar que un cepillado excesivo puede no eliminar el mal aliento, al contrario, producirá sequedad en la boca, afectando la flora oraly podría incrementar la halitosis y dañar los dientes. Cepillar los dientes sinusar hilo dental y la limpieza de la lengua, facilita que haya lugares donde pueden proliferar las bacterias que lo producen.
Cepille sus dientes después de cada comida, usando su hilo dental.

Si no se realiza una higiene adecuada sobre las prótesis, se crearán nichos para la proliferación bacteriana. Es recomendable mantenerlas escrupulosamente limpias y evitar usarlas mientras se duerme.

La limpieza de la lengua frecuentemente se descuida al realizar la higiene bucal rutinaria, a pesar de que este órgano es la mayor fuente de halitosis.
La remoción de la capa superficial de la lengua reduce significativamente la producción de compuestos sulfúricos volátiles que ocasionan olores nauseabundos, tanto en personas sanas como en quienes presentan enfermedad periodontal.

Para limpiar la lengua use el cepillo de dientes o un limpiador lingual. Debe hacerse de manera cuidadosa para no ocasionar lesiones, pues la lengua es un órgano muy sensible. Sacar la lengua tanto como sea posible, de tal forma que se haga visible la parte posterior de ésta, ya que es allí donde se presenta la mayor acumulación de residuos.

Algunas personas pueden continuar presentando halitosis de origen oral, a pesar de mantener un régimen de higiene bucal adecuado. En estos casos se recomienda un tratamiento combinado mecánico-químico con el uso de enjuagues bucales efectivos.

Los enjuagues bucales pueden ser un buen complemento de la higiene oral, siempre y cuando sus componentes sean efectivos en el control bacteriano. Los enjuagues que contienen alcohol pueden resultar adversos si resecan la boca. Los enjuagues deben usarse después de que la boca esté bien limpia.

Muchas pastas dentales contienen sustancias que sólo enmascaran el mal olor. Pero hay otras a las que se les han agregado agentes antibacterianos como el cloruro de zinc y el dióxido de cloro estabilizado (CLO2) (presentes también en algunos enjuagues bucales), que neutralizan los compuestos sulfúricos volátiles.

La fuente primaria de malos olores en la cavidad bucal son los denominados compuestos sulfúricos volátiles, que son gases mal olientes producidos por las bacterias anaerobias Gram negativas. Estos microorganismos habitan y se multiplican en los nichos poco oxigenados de la boca, principalmente en la parte posterior de la lengua. Estas bacterias se oxidan y son destruidas por el dióxido de cloro estabilizado (CLO2).

La oxidación es una reacción que resulta del ataque del oxígeno a cualquier otra sustancia. Este compuesto es un poderoso y seguro agente desodorizante y antibacteriano. Su uso es muy común en los sistemas de purificación de aguas de consumo masivo, y en los enjuagues bucales, se considera como «de alta tecnología».

Existen varias marcas de productos que contienen dióxido de clorina, especialmente en el mercado norteamericano. Este producto incorporado en una proporción de un mínimo de 10 partes por millón, ha demostrado ser muy efectivo, pues destruye rápida y efectivamente los compuestos causantes del mal aliento. Es importante anotar que estos productos no irritan los tejidos bucales ni resecan la boca ya que no contienen alcohol.
El odontólogo debe estar en capacidad de identificar las fuentes que pueden ocasionar mal aliento, o también puede hacer el diagnóstico o proponer el tratamiento apropiado en los casos de origen bucal. En el caso en que descubra que las causas son extraorales, lo remitirá al médico o especialista correspondiente.

Si bien las caries no parecen ser una causa significativa de halitosis, es necesario remover las caries presentes y restaurar la anatomía de los dientes. Las restauraciones con defectos de contorno, se deben reemplazar, al igual que las prótesis fijas o removibles que estén defectuosas.

El mal aliento puede ser síntoma de alguno de muchos problemas médicos, tales como: infección localizada en las vías respiratorias, drenaje postnasal, bronquitis crónica, enfermedad del hígado o de los riñones, entre otras. Por esta razón, si el odontólogo determina que tiene la boca saludable y no hay muestras de mejoría con la rutina de higiene oral, lo mejor es consultar con su médico de cabecera o con un especialista para determinar la causa del mal aliento.

Es recomendable también, informarle al médico sobre las acciones realizadas para solucionar el problema de halitosis y explicarle cómo se presenta el mal aliento, si sufre alguna enfermedad, qué medicamentos usa.

Para quienes consumen medicamentos que inciden en el aliento, como los antidepresivos, lo más adecuado es contrarrestar uno de los efectos secundarios que producen, como es la xerostomía, ingiriendo abundante líquido y estimulando la producción de saliva, pues es realmente importante evitar que la boca se seque.

Algunas afecciones responden rápido a los tratamientos, favoreciendo la calidad del aliento. En estas ocasiones la halitosis sea clasifica como temporal o transitoria. Otras enfermedades de difícil tratamiento y que se prolongan en el tiempo, pueden ocasionar halitosis permanente o crónica. En este caso los remedios paliativos para el aliento son una alternativa.

No todos los metabolismos son iguales, menos la vida social de las personas. En esta medida, entrar a descalificar los alimentos órgano-sulfurados como productores de halitosis, no es oportuno, máxime cuando sus propiedades son benéficas para la salud. Cada quien debe determinar si los consume y de qué manera.

Incluso puede resultar que sean otros los alimentos que causen un mal olor en el aliento, y que algunas fórmulas tradicionales atenúen el olor. En estos casos es fundamental que la situación sea detectada y valorada por un confidente.
TambDe la misma forma que ocurre con algunos alimentos, la manera en que se consuman las bebidas alcohólicas puede impactar el olor del aliento. Ingerir licor con moderación, acompañado de agua, consumiendo alimentos con anterioridad o durante la ingesta, y con una buena higiene y salud oral, ayuda a neutralizar los malos olores de origen bucal.

A quien el consumo de cigarrillo afecte notoria y significativamente la calidad de su aliento, y por ende las relaciones con su entorno familiar y social, no tienen una alternativa diferente que reducir su consumo o suspenderlo definitivamente. De continuar con el hábito, se recomienda higienizar la boca después de fumar o utilizar algún producto para tratar de enmascarar el mal olor. Sin embargo, ello no garantiza la eliminación del olor a tabaco. Es el fumador quien debe decidir.

Se dice que la halitosis se relaciona indirectamente con el consumo de café con el mal aliento. Estudios del Departamento de Microbiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tel Aviv, Israel, presentado en la Conferencia Internacional Breath, 2009, en Alemania, dice que análisis in vitro de saliva, mostraron que el consumo de café reduce la concentración de compuestos sulfúricos volátiles en la saliva, por lo que el café no produce mal aliento de manera directa.

El mal aliento que presenta casi toda persona al levantarse en las mañanas (halitosis temporal o transitoria), debe entenderse como el resultado de un proceso fisiológico común en el ser humano y se quita limpiando adecuadamente la boca antes de ir a dormir.

Las dietas rigurosas pueden afectar la fisiología del cuerpo humano y manifestar alteraciones en la flora bucal, al igual que el ayuno prolongado pueden causar mal aliento, aunque se practique una buena higiene bucal. Reducir los intervalos de las comidas puede contribuir a evitar la halitosis.

Muchos de los productos que se promocionan como efectivos para combatir el mal aliento, no arrojan resultados diferentes al de enmascarar el mal olor, que se hace por lo general con otro más fuerte.

Para enmascarar un olor lo que se hace generalmente es reemplazarlo con otro más fuerte, usualmente menos desagradable. Sin embargo, tratar de enmascarar el mal aliento con otros olores fuertes resulta poco efectivo. El olor de los compuestos sulfúricos volátiles es, en general, más fuerte que el que emiten los productos usados para enmascarar el mal aliento.

La goma de mascar es uno de los productos más utilizados para enmascarar el mal olor de la boca. Su beneficio para la halitosis no radica en sus propiedades odoríferas, pues el chicle es útil para estimular la producción de saliva, que es la que ayuda a oxigenar y limpiar la boca, aunque masticar chicle permanentemente no es lo más aconsejable para tener un buen aliento. El consumo de frutas en los intervalos de las comidas principales, facilita el proceso de masticación, el cual estimula la producción de saliva, además barre las bacterias y las sustancias nocivas para el aliento.
Halitofobia
El temor de padecer halitosis, lleva a muchas personas a obsesionarse con el tema. Se da tanto en personas que nunca han sufrido de mal aliento, como en quienes en algún momento lo presentaron. La halitosis imaginaria propicia el consumo excesivo de productos para “enmascarar y tratar el mal aliento”, soportado en la creencia de que la boca huele mal. Esta obsesión puede llevar incluso al automarginamiento social. La persona confidente puede ser de gran ayuda, antes de recurrir a la consulta psicológica.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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