La Navidad es un período para compartir con familiares y amigos y una ocasión especial para reflexionar sobre nuestra vida, de lo que vivimos durante el año transcurrido y sobre las metas a trazarnos para el año que se avecina.
Tiempo para recordar y conmemorar el nacimiento de Jesús en un humilde pesebre, quien vino a salvarnos y a dar un ejemplo de humildad.
Pero son muchos alrededor del mundo quienes ven esta época del año como la ideal sólo para comer, beber alcohol, y vivir todo tipo de excesos.
Por eso hay quienes mezclan alochol y gasolina y terminam en el mejor de los casos en el hospital y en peor muertos o causando la muerte a otros en accidentes de tránsito.
Sin escuchar el llamado de las de las autoridades, iglesias y organizaciones sociales, cometen excesos que le llevan en muchos casos a la tumba, provocan el dolor a sus parientes o a otras familias.
Por esta razón al acercarse las fiestas de año nuevo es preciso la reflexión y evitar los excesos, recordando que son fiestas para celebrar con la familia y con comedimiento.