Margarita Brito

margaritabrito@yahoo.com

Es cierto el pez grande se como al pequeño, tal y como los grandes comercios y consorcios se «tragan» a los chiquitos, mientras los medianos y pequeños negocios van desapareciendo, atrapados en las fauces de los grandes.

No es nada nuevo, a diario pequeños comercios van desapareciendo, cierran sus puertas, porque no hay forma de competir con los grandes, pero igual sucede con las personas.

Pero también están los «trepadores» que en su objetivo de subir, utilizan a otros como escalones de una escalera que van pisando para llegar, sin importarles si hacen daño a  otros, literalmente le hacen desaparecer y le discriminan sintiendose superiores.

Además están aquellos que utilizan y manipulan para llegan a su fin,  déspotas que humillan y se apropian de las ideas ajenas nada importa sólo llegar. Casos de jefes que roban ideas a subalternos y las presentan como suyas.

Están aquellas personas que ignoran a los que creen inferiores, que no son de su status social, a los que miran por encima del hombro. Los marginan aunque les sirvan y son los aduladores de los que consideran que están por encima de ellos.

Mientras halagan a los  famosos o ricos, ignoran a quienes están a su nivel o por debajo, que le sirven y que están ahí cuando les necesitan. Sucede en todas las áreas, pero también en el periodismo.

Peces grandes, medianos, pequeños: siempre el mayor se come al chico, de muchas maneras distintas, es así.

Recuerdo el caso de una inauguración muy importante en Punta Cana, naturalmente querían la prensa para que les publicara, pero no lo querían allí. Por esa razón aunque los actos acababan en la madrugada, lo más apropiado fue enviarlos pasadas la una de la madrugada a la capital. Escuché las quejas al otro día, de quienes se vieron obligados a cubrir el evento, ya que estaban agotados.

No me lo creo

Quisiera no creerlo pero es así. En las diferentes áreas profesionales se dan los casos de colegas que no invitan a sus actividades, pero que ni cortos ni perezosos, tras la misma buscan la colaboración del compañero no invitado y en el caso de periodistas envían el material de prensa para que  las publiquen. ¿Ah, entonces  invitados no eran importantes para asistir, pero si para publicar?

Como dice un anuncio de una cadena de televisión «pasa en las películas, pasa en la televisión, pasa en la vida real, hay quienes usan a amigos, empleados y hasta familiares, les venden y le ponen a cargar el dinero, porque los consideran apenas «carga palos».

Un amigo, a quien llamaré Lister (nombre ficticio) me contó su experiencia: durante años estuvo cubriendo actividades diversas, pero cuando tuvo que escribir sobre lo que pasó en una de estas, o cuando quise cubrir otra de un conocido empresario a quien conocía de años, simplemente le negó la entrada.

Son muchos los que usan a los periodistas como desechables, cuando conviene a sus intereses y luego los olvidan cuando no les necesitan.

Si recuerdan al director o editor para casos de necesidad, pero no al comunicador que en su momento usaron para llegar a su objetivo, sea cual fuera y luego hasta pueden acusarle, muchas veces sin sin ser cierto, de que se ha vendido, lo cual es penoso porque hay mucha de esta gente honrada.

Pese a que no todos lo en así, el periodisimo es o debe ser un sacerdocio.

Tengo que reconocer que también hay, aunque en menor cantidad jefes y compañeros humanos, que  ayudan y son solidarios en los momentos que más requieres y sin esperar nada a cambio.

 

En fin que no creo que vaya a cambiar nada, pero se que le usan y ya, como si tal cosa, porque hay  hipócritas,gente que te dice una cosa, pero que realmente piensa todo lo contrario. Gracias a Dios que siempre aparecen angeles, son aquellos que te cuidan te ayudan sin pedirlo y cuando les necesitas ahí están para tí.

 

 

 

 

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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