Margarita Brito
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La miseria y la mezquindad se están adueñando de un mundo en el que la indiferencia y el individualismo se imponen y ya no sólo se ve en en la gente común, sino entre políticos, gremios profesionales, funcionarios, ejecutivos, artistas y hasta en las iglesias.
Me parece triste los videos que ponen en las redes sociales de gente que sufren accidentes y nadie les ayuda, viendo que una persona está herida ni siquiera le miran.
Esta situación es a nivel mundial y no del país, el hecho de que un grupo de diputados del partido español Unidos Podemos de negarse a participar en un minuto de silencio en memoria a la ex alcaldesa de Valencia Rita Barberá, quien murió de un infarto, es una muestra de mezquindad humana, porque no se trataba de justificar su accionar en bien o en mal. Por Dios, ya estaba muerta.
Me parece mezquino celebrar con fiesta y alcohol la muerte de un político prominente como Fidel Castro, los cubanos de Miami podrán tener sus razones para estar contra Castro, pero su acción no estuvo bien.
Indiferencia fue lo mostrado por muchos ante la tragedia de los miles de inmigrantes que tratan de llegar a Europa huyendo de la guerra o de la pobreza extrema.
En septiembre de 2015 la tragedia se vio de forma extrema ante las imágenes de un niño sirio de tres años hallado muerto en una playa de Turquía. Una de las fotografías más impactantes sobre crisis migratoria que vive Europa.
También la Iglesia
En carta pública recientemente un grupo de cardenales criticaron al Papa Francisco, acusándolo de causar confusión en asuntos clave para la doctrina católica.
Cuestionaronn al Pontífice por su exhortación apostólica Amoris laetitia o La alegría del amor, un documento que intenta abrir nuevos caminos para los divorciados católicos y delinear una Iglesia más tolerante en aspectos relacionados con la familia, el cual se realizó en tres años.
Con 260 páginas, es una guía de la vida en familia, en el quese pide una mirada compasiva, en lugar de crítica, de las «familias heridas» o divididas, y se exhorta a los sacerdotes a tratar con compasión, por ejemplo, a los católicos divorciados y vueltos a casar, alegando que «nadie puede ser condenado para siempre».
Los cardenales señalan que el documento está lleno de imprecisiones que daban lugar a interpretaciones contradictorias de la doctrina.
Todo se reduce a la falta de amor al prójimo, el primer mandamiento de la ley de Dios.
La miseria humana, el morbo se destaca
Cada día más la miseria humana cobra más fuerza entre los famosos, en las redes sociales y medios convencionales.
Sólo hay que notar que un beso entre Britney Spears y Madonna, ocupó páginas y páginas, como de otros famosos, al igual se han destacado las relaciones homosexuales de Ricky Martín y Lindsay Lohan.
Historias de famosos adictos a las drogas, al sexo y a los escándalos son comunes y se destacan: Miley Cyrus, Charlie Sheen y otros, este último adicto a las actrices porno, confesó que contrajo el VIH.
Hoy ya las artistas no saben que más van a enseñar para llamar la atención en una competencia para ver cual muestra más los senos, el trasero y demás y no sólo eso, se hacen selfies desnudas frente al espejo en una actitud narcisista.
Es el caso de las Kardashian, famosas por exhibirlo todo en un reality show, Jennifer López, Madonna, Rihanna, Beyonce, Mariah Carey Britney Spears, París Hilton y otras que ya no tienen nada que mostrar, porque lo han exhibido todo.