Margarita Brito

margaritabrito@yahoo.com

Doctor Merengue
Doctor Merengue

Cuando no entendía de ironías, cinismos, sarcasmos ni machismo  creía en lo que decía mucha gente, por ejemplo cuando decían que bonita estas, una ironía que quería decir todo lo contrario,  me recuerdan a «El Doctor Merengue», que en realidad era un hipócrata.

Eran  muñequitos que publicaba el periódico El Caribe, el personaje siempre se identificaba  con la gente y decía cosas amables, pero al propio tiempo su personalidad salía a flote, se desdoblaba en  una imagen superpuesta, diciendo todo lo contrario y amenazando con golpearles en algunos casos.

Me llamaban ingenua y soñadora, quizas porque no comprendía las viñetas de los «siete errores» que publicaba el mismo diario y en la cual en una sala de redacción de un periódico, ocurrían cosas hilarantes, siempre detractando a las mujeres y de que por lo general no sabían o no tenían habilidad para hacer cosas que si podían hacer los hombres, como conducir un vehículo y no llevarse algún obstáculo.

drmerenguetira1No entendía este tipo de humor ni el motivo por el cual una mujer no podía hacer las cosas bien igual que un hombre.

Eran tiempos de ingenuidad por mi parte, que poco a poco fui perdiendo, abriendo los ojos, dándome cuenta de que no siempre cuando te dicen una frase amable te lo dicen de corazón, sino de la boca hacía afuera.

Que mucha gente que dice ser tu amigo, en realidad sólo lo es frente a ti, porque por detrás te acaban y en realidad con amigos como esos no se necesitan enemigos.

En fin que tiempo después conocí de hecho y no de palabras el real  significado de ironía, sarcasmo, hipocresía, cinismo y machismo.

Sobre todo el machismo tan arraigado en la familia dominicana, donde muchas madres encuentran mal que sus hijos varones hagan oficios de la casa considerados de mujeres, como lavar, fregar o cocinar.

Tarde ya mi papá se dio cuenta del error de no enseñarnos a mi hermana y a mi a conducir como hizo con mis hermanos, aunque mucho tiempo después se dio cuenta y  pasó muchas horas conmigo dándome prácticas.

Mi papá corrigió su error, pero muchos padres dominicanos y hombres en general no dan las mismas oportunidades a la mujer, pese a que hoy ha quedado demostrado que la mujer sí puede hacer las cosas bien, contrario a los chistes mencionados de la viñeta de los siete errores.

Ojalá  mucha gente hiciera una introspección en su conciencia, especialmente muchos hombres que minimizan a sus parejas y le bajan la autoestima, cuando consideran que ellas no hacen nada bien, como sólo ellos pueden.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *