Cuando Teddy cumplió seis meses. Fue entonces cuando de repente este bebé lactante empezó a rechazar uno de los pechos de su mamá, Sarah Boyle, de 26 años, notó que el niño  “se angustiaba” cuando intentaba darle el pecho del lado derecho. Hasta entonces Teddy había mamado “tremendamente bien”, así que el cambio fue una sorpresa, publica el diariony.com

“Se ponía muy incómodo e incluso agresivo. Un bebé de ocho meses que rechaza físicamente a su mamá es algo que te parte el corazón”, le dijo Sarah, de Staffordshire, Inglaterra, a la BBC.

Durante varias semanas Sarah intentó en vano amamantar a su hijo en diferentes posiciones. Como en 2013 le habían diagnosticado un quiste benigno en su pecho derecho Sarah fue al médico a pedir que volvieran a analizarle el quiste, pero el doctor le dijo que no se preocupara.

No obstante, a medida que Teddy persistía en su rechazo, Sarah empezó a notar cambios en su pecho: el quiste se había vuelto “más rígido” y doloroso y su pecho había cambiado de forma.

Así que la madre insistió en que volvieran a estudiarlo. “Quiero que me hagan un escáner, no me voy hasta que no me lo hagan“, cuenta que le dijo al médico.

Y dos semanas después de ese escáner y una biopsia, confirmaron el diagnóstico.

“Me salvó la vida”

Sarah Boyle recibiendo tratamiento
Sarah Boyle ha completado ya medio tratamiento de quimioterapia.

Ahora Sarah Boyle recibe tratamiento con quimioterapia para un cáncer de mama triple negativo. También tendrá que pasar por una doble mastectomía y una reconstrucción de pecho.

Aproximadamente el 15% de todos los cánceres de mama, el tumor no responde a los tratamientos con hormonoterapia ni a las terapias dirigidas a los receptores de HER2, así que la única opción terapéutica suele ser la quimioterapia.

Por eso Sarah dice que su hijo Teddy le salvó la vida.

“Nadie puede decir con certeza que fue Teddy, pero yo sé que si no fuera por él a estas alturas el año que viene, si me hubiera fiado de los médicos en lugar de haber escuchado a Teddy, podría estar en una situación totalmente diferente”, dijo Sarah.

“Gracias a él ahora estoy recibiendo tratamiento”, afirma. Ahora Sarah cree que la leche de su pecho derecho tenía un sabor diferente.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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