Margarita Brito Fco.

tapon puente juan bosch
tapon puente juan bosch

Definitivamente las patanas, guaguas y motoristas son los  principales causantes de accidentes en el país y a diario recibo constancia de que es así, no sólo por las contínuas muertes tanto en el interior como en Santo Domingo, sino por  las constantes muestras de irrespeto por la vida que muestran los conductores de estos vehículos.

Transitar por cualquier calle constituye un verdadero reto, porque además de que la mayoría quiere ir alante y de ahí los constantes tapones que hacen aquellos que se salen de su carril y ocupan el opuesto, para luego cuando llegan al semáforo o determinadas esquinas, meter fuerza sin importar si chocan al que viene conduciendo correctamente, para volver a la línea.

En días  pasados un ví a un  chófer que manejaba una patana cargada de blocks a toda velocidad por avenida Nicolás de Ovando hacía Cristo Rey, como iba entretenido hablando por celular mientras tocaba bocinas para que los demás se quitaran de en medio.

Estos son los más irresponsables: los choferes de grandes contenedores, que las autopistas hacen carreras, y pasan de un carril a otro, sin importarles nada, confiando solo en el tamaño del vehículo.

Y ni que decir, de las guaguas voladoras y micro y minibuses, se meten como quiera, doblan y ocupan el lugar del que va adelante y no les importa chocar, porque el conductor de vehículo privado que tenga la mala suerte de que le choquen corre la suerte de que se quede con su automóvil destruido, ya que como si nada se van.

Tapones en el Puente Juan Bosch, esto ocurre a diario en horas de la mañana, pero se observa la falta de vehiculos del transporte publico Fotos: Carmen Suárez/acento.com.do Fecha: 11/07/2011
Tapones en el Puente Juan Bosch, esto ocurre a diario en horas de la mañana, pero se observa la falta de vehiculos del transporte publico
Fotos: Carmen Suárez/acento.com.do
Fecha: 11/07/2011

De los motoristas, ni hablar. se creen que tienen derecho a violar semáforos, meterse por delante de los carros sin más, calibrar sus motores sin importar que no se pueda, meterse en vía contraria es tan común que si usted va en su vía normal y por casualidad no ve que un motor viene en vía contraria, si no choca o si está a punto de colisionar, el riesgo del insulto y hasta de agresión es normal.

Los guagueros son otros de lo peor, Pueden verse en cualquier calle o autopista haciendo competencia, porque al parecer para respetar la ley tiene que haber un policía cada media esquina para cumplirla.

Los accidentes de esta semana pasada con saldo de más 10 muertos y 78 heridos en Higuey son una muestra palpable.

República Dominicana es el segundo país de los 182 pertenecientes a las Naciones Unidas con más muertes de tránsito por cada 100 mil habitantes, con una tasa de 41.7% fallecimientos, solamente antecedida por la isla Niue -en el Pacífico- que tiene 68.3%.

Los datos son de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su reciente «Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial 2013», colgado en su página web, que analiza datos recogidos para 2010.

Con 41.7 muertes por accidentes por cada 100 mil habitantes, República Dominicana también supera la media en América que es de 16.1.

En 2011 en el país había un parque vehicular de 2,917,573, se estima que hoy hay cerca de cinco millones de vehículos p, siendo el 50.8% motocicletas.

Los accidentes viales en el país tienen que ver con la falta  de conciencia, a la imprudencia  e irrespeto de muchos conductores y a ausencia de educación vial. Vías como las autopistas Las Américas y Duarte están entre las más peligrosas.

La OMS recomienda a los países trabajar en legislaciones sobre seguridad vial (solo 28 países tienen leyes integrales), mejorar las infraestructuras de tránsito, las normas sobre los vehículos y la atención a los accidentados, además de armonizar la notificación de los datos relativos a las lesiones causadas por el tránsito.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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