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Palenque, San Cristóbal. Contigo, pan y cebolla», es un decir muy popular. Dice hasta donde somos capaces de llegar, hombres y mujeres, por un amor o por una convicción: alimentarnos a sólo pan y cebolla. Renunciamos a riquezas con tal de alcanzar lo deseado.
Así fuimos, somos y seremos. Dispuestos a vivir a pan y cebolla por un ideal de pareja, de empresa o sociedad.
En Palenque, San Cristóbal, siembran y cosechan la cebolla, también con mucho amor.
Amor acosado por demonios y acechanzas.
Como cuenta Francisco Bello en la historia que compartimos: «La dificultad de la producción era porque el dinero no llegaba a tiempo. Cogíamos dinero prestado a los intermediarios hasta el 20 por uno. Teníamos que venderle la cebolla al precio que ellos querían que se les vendiera, no al precio a como estaba.
Por esa forma, sigue diciendo Francisco, la cebolla madura, venía un aguacero, y se nos pudría».
Tal situación era insoportable: agravaba la condición de pobreza de los agricultores y conducía a su desaparición.
Danilo Medina visitó Palenque el domingo 16 de junio de 2013 en su terco esfuerzo por relanzar pequeños y medianos proyectos o empresas en dificultad, dentro de la estrategia de democratizar oportunidades democratizando el crédito.
A los 700 productores de cebolla asociados les aprobó, vía el Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuaria (FEDA) un financiamiento por 12.5 millones de pesos a una tasa de interés de 5% anual (0.41% mensual) para la siembra y para construir un cuarto frío.
Les dijo entonces: «Les estamos financiando porque lo que importa es que ustedes puedan trabajar; lo que importa es que podamos crear empleos».
Con este financiamiento gubernamental, se rompen las cadenas de usura y explotación que esclavizaban a los productores de cebolla de Palenque. Les liberamos. Y en ese proceso transferimos poder a los productores, redistribuimos poder en el mercado de la cebolla.
Ahora son más fuertes los 700 productores de cebolla de Palenque. Siembran y cosechan con más amor y seguridad y ya pronto no tendrán que entregar sus cosechas al precio que a otros les de la gana, pues tendrán su cuarto frío.
Ahora son más dignos. Han pasado de ser damnificados por atrocidades del mercado a dignificados por el Estado.
Una historia corta, de impresionante calidad cinematográfica y muy bien contada por Francisco. Cebolla de Palenque

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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