Margarita Brito

La noticia de que el Premio Nóbel de la Literatura Gabriel García Marquez estaría sufriendo demencia senil me llenó de pena. Ver que una mente brillante se va perdiendo gradualmente es triste.

Me llega a la mente como en los años 70´s del siglo pasado nos llegó a las manos su obra cumbre “Cien años de soledad”. El libro fue motivo de múltiples  análisis y discusiones en aquel patio de la casita de Villa Juana.

Roberto mi hermano fue quien llevó el libro que leyó con avidez, Luego tocaría el turno a mis primas Carmen, Elba, a mi hermano Toni, a mi y a magali mi Hermana. Los demás creo que lo leyeron más tarde.

Cada capitulo era desmenuzado y analizado por nosotros, entonces yo no había terminado el bachillerato, quien más adelantado en los estudios estaba era Roberto, que había iniciado la Carrera de arquitectura, pero eso no importaba.

La realidad es que la manera en que García Marquez mezclaba la realidad con lo mágico, con la fantasia, nos fascinaba a todos.

Todavía recuerdo cómo hablábamos de los personajes de la obra: Mauricio Babilonia, que cuando llegaba a algún lugar, las mariposas amarillas que revoloteaban aún antes de llegar lo anunciaban; Remedios, la bella, que tendiendo la ropa se elevó al cielo.

El pueblo de Macondo, donde se desarrolla la mayor parte de la trama de la obra, Roberto la comparaba con Mampato, próximo a Manoguayabo y Haina, donde mi abuelo tenía tierras que le usurpó el dictador Trujillo.

José Arcadio Buendía, Ursula, que representa a la madre Latinoamericana, con sus supersticiones y su cuidado de la familia no nos, personajes centrales   llamaban tanto la atención Amaranta, como aquel callado coronel Aureliano, callado y más tarde, aguerrido y violento. Imposibilitado para el amor y expresar sus sentimientos.

Nos llamaba la atención la historia de esta familia que estuvo condenada a cien años de soledad, pero sobre todo como la union  entre primos daba lugar a que su hilo naciera con rabo.

José Arcadio Buendía se trastorna con la magia y las invenciones que el gitano Melquíades lleva a Macondo cada año con el circo.

A través de la historia de los Buendía conocemos la historia de Macondo, del caribe y de América, la devastación de la tierra con la fiebre de los bananos, una guerra civil, la creación de los sindicatos.

La realidad y la ficción se mezclan en esta obra que aunque leímos hace ya tanto tiempo, no deja de gustar de ahi seguiríamos con “El general en su laberinto”, “Los funerales de mama grande” y “El coronel no tiene quien le escriba”, entre otros.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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