Bajo la lluvia y con las letras de la canción “Oye”, interpretada por July Mateo, Rasputín, fue sepultada en el cementerio de la avenida Máximo Gómez, de Santo Domingo, los restos mortales de quien fuera pionera de la crónica social en la República Dominicana, Susana Morillo.
La comunicadora fallecida el sábado a los 94 años de edad, fue llevada a su última morada en un día gris, donde estuvieron presentes su hijo Héctor Báez, directivos de la Asociación Dominicana de Cronistas Sociales, del Colegio Dominicano de Periodistas, así como representantes de otros sectores de la sociedad dominicana.
La periodista Cándida Ortega, al pronunciar el panegírico, resaltó las virtudes de doña Susana, de quien dijo supo conjugar cultura, una memoria prodigiosa y una personalidad desbordante, y que el mejor legado que deja a sus hijos es el amor, la honestidad, la lealtad y la humildad.
Pianista de profesión, su pasión por el periodismo la consumió, al extremo de dejar las clases en la escuela Elemental de Música “Elila Mena”, para dedicarse a la crónica social, la cual inició en el periódico Listín Diario en 1963. El presidente del Colegio Dominicano de Periodistas, Aurelio Henríquez, también habló para exaltar las dotes humanas e intelectuales de la fenecida cronista social.
“La colega Susana Morillo fue una miembro solidaria de nuestro gremio, participativa y alegre en cada momento; una persona que siempre dedicó su vida a los mejores intereses del país”.
De su lado, su hijo Héctor Báez agradeció la manifestación de solidaridad recibida ante la infausta desaparición física de su progenitora.
Autora de la columna “Visto y Oído”, Susana Morillo era conocida por el seudónimo de Vesta, el cual escogió debido a su pasión por la literatura.
Llegó en la segunda etapa del periódico Listín Diario, cuando todavía hablar de la sección de sociales era un proyecto que apenas iniciaba y que no tenía muchos adeptos. Allí nace su primera columna titulada “La columna del recuerdo”, nombre que más tarde cambia por el de “Lo que he Visto y Oído”, bajo el seudónimo de Vesta. Morillo también laboró como encargada de la crónica social en el periódico Hoy e incursionó en la televisión como productora junto a otras periodistas del programa “Crónicas de las Cronistas».
La comunicadora Emelhy Tueni, amiga desde la niñez de Morillo, destacó la honestidad y laboriosidad de la fallecida. “Ella fue la pionera para las mujeres, en una etapa de libertad e la vida dominicana. Ella la sentía, ella era la crónica social”, dijo Tueni.
Señaló que además de relaciones, su cultura era amplia y le gustaba mucho la lectura. “Independientemente de la técnica periodística, estaba por encima de los periodistas cuando inició e incluso ahora, tenía una base educativa muy sólida. Emely Tueni conoció a doña Susana a los nueve años, cuando estudiaba piano y les unió una gran amistad. Trabajaron juntas durante 15 años en el Listín Diario y posteriormente en el diario Hoy.
«Susana Morillo fue un ícono en la crónica social dominicana, un ejemplo a seguir. Su entusiasmo, alegría y entrega eran características que se destacaban en cada frase que escribía”, dijo la presidenta de la Asociación de Cronistas Sociales, Claudine Nova.