La Policía Nacional una vez más hizo gala de sus destrezas durante el desfile militar, policial y cívico en conmemoración del 174 aniversario de la Batalla del 30 de Marzo, ocurrida en la ciudad de Santiago de los Caballeros en el año 1844.

 

El acto estuvo encabezado por el presidente de la República, licenciado Danilo Medina Sánchez, jefe supremo de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, quien estuvo acompañado por el ministro de Defensa, teniente general Rubén Darío Paulino Sem, y el director general de la institución del orden público, mayor general Ney Aldrin Bautista Almonte. 

También hicieron acto de presencia de los viceministros del Ministerio de Defensa, los comandantes generales de los cuerpos castrenses y las autoridades civiles del Estado que acompañaron la presidente Medina como el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo; de Interior y Policía, Carlos Amarante Baret; de Trabajo José Ramón Fadul y la gobernadora de Santiago, Aura Toribio. 

El magno desfile dio inicio con la solicitud de permiso del contralmirante José Roberto Muñoz Monción, comandante de tarea conjunta Santiago. En esta ocasión, los primeros en desfilar fueron los cadetes de las academias militares y de la Policía Nacional. 

La institución del orden desfiló con tres batallones de la dirección de Prevención y un cuarto batallón integrado por miembros de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digeset). En ese orden, también participó la Policía Escolar y Operaciones Especiales. 

La Policía Nacional, durante el desfile, hizo gala de 20 unidades vehiculares de cuatro gomas y 25 motocicletas nuevas. Como es costumbre, los presentes disfrutaron de las destrezas de la unidad Lince de la Policía Nacional. Acto seguido, inició la participación de 120 escuelas y colegios con la actuación de 1800 estudiantes de la provincia de Santiago.

 

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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