Margarita Brito
Hace algún tipo solicité algo a una amiga algo, creo que era fuera conmigo a algún lado, y simplemente me dijo que No, no puedo y aunque en su momento me molestó su respuesta, luego lo analicé y me di cuenta había sido responsable y no me había dado esperanzas vanas de que fuera a hacer lo pedido.
Y es que son muchas las personas que cuando le solicitas algo te dicen que sí y luego te ponen evasivas, no te contestan el teléfono o simplemente se olvidan de la promesa hecha.
Un ejemplo es el de una conocida periodista de televisión a quien invité a una conferencia de prensa, me dijo: cuenta con eso y todavía estoy contando luego de más de dos meses de que pasó el evento. Si hubiera dicho no, no puedo, lo habría entendido y no la habría esperado.
Pero la cosa es que te dicen que sí a sabiendas de que no cumplirán y el otro se queda esperando. Aunque también se da el caso de personas a quienes se les explica mira no voy a poder…etc. no captan y siguen insistiendo en que vayas o en que hagas lo que ellos piden,lo que también es molesto.
Creo que es mejor aceptar el no y no insistir.
Pero también están las quejas de la gente de funcionarios, empresarios, amigos y particulares que les hacen promesas que nunca cumplen. Y me pregunto por qué simplemente no dicen no desde el primer momento, por qué? Simplemente no se atreven a ser sinceros porque piensan que en el futuro pueden necesitarte y sencillamente le dirás No.
Esas personas no son sinceras ni tienen la honestidad de decirte que no pueden, pero esperan que en el mismo caso tu si le apoyes en lo que desean.
Muchas son falsas e hipócritas, se dicen tus amigos, pero al momento de demostrarlo no están.
En fin, que yo no voy ni puedo cambiar el mundo, lo que si puedo es tratar de ayudar a los demás hasta donde me sea posible, sin importarme sin son amigos o no, es la razón por la que a través de este humilde medio de prensa trato de ayudar a los demás, publicando no sólo sus notas sino permitiendo opiniones de quienes no tienen otro medio para dar a conocer su pensar.
No me importa si los conozco ni quienes sean, si con sus escritos aportan a una sociedad que tanto lo necesita, como es la dominicana.
Y me encanta recibir un no de personas responsables (leáse en cuestiones de trabajo, no solicitud de prebendas o algo por el estilo, QUE NUNCA he pedido) y no un sí para salir del paso en un momento determinado, o una promesa que nunca se cumplirá.