Margarita Brito Fco.

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Norman Villamán

Los barrios de Santo Domingo tienen gente buena y trabajadora, que a diario lucha para dar una buena educación a sus hijos e hijas y echar hacía adelante, pero con frecuencia destacan en los medios de comunicación digitales, escritos y televisados por hechos negativos como crímenes o asaltos, que son los menos, aunque se sientan y suenen más.

Para mostrar la cara positiva de estos sectores iniciamos una serie de reportajes sobre micro y pequeños empresarios que hablan de sus necesidades y de cómo hacerle frente.

Norman Villamán, es propietario de la panadería Villamán, ubicada en la avenida de Los Martíres casi esquina Ortega y Gasset,  es un ejemplo  de la laboriosa comunidad de Cristo Rey, luego de trabajar en centros turísticos y hoteles decidió instalar su propio negocio y hoy cuenta con otras tres panaderías y afirma  se siente  realizado. «Siento plena satisfacción, con altas y bajas, es mejor que estar empleado» .

Padre de tres hijos, un varón de 14 años y dos chicas de 18 y 15 años,  la mayor pronto viajará a España a realizar una maestría, Villamán  afirma que Cristo Rey requiere de más ayuda para la micro y pequeña empresa y que la comunidad necesita formación técnica para su desarrollo, así como oficinas de gestión de empleo que funcione.

Precisó que muchos jóvenes quieren trabajar y capacitarse,  pero no encuentran trabajo ni tienen la oportunidad de formación en el sector.

Norman Villamán
Norman Villamán

«Si hacemos un balance, vemos que cuando estaba el padre Rogelio, apoyaba la comunidad,  ayudaba a los jóvenes. Ese apoyo ha disminuido en más de un 80%, es lo que la juventud expresa», sostiene Norman Villamán.

Mientras labora en su panadería, Villamán señala que los líderes comunitarios, en su mayoría se sienten desprotegidos, porque siempre se va a la política y afirma que las  oportunidades deben ser equitativas, sin importan el partido del que se sea.

Enfatiza en la falta de comunicación que hay entre lo que son las juntas de vecinos, Gobierno, Fiscalía y Policía Nacional y resalta la necesidad de un acercamiento, porque no se puede dejar todo al gobierno o a la Policía, todo debe ser mancomunado, para que las cosas mejoren.

Altagracia de León
Altagracia de León

Altagracia de León: «Después de los 40 aunque seas profesional, no te dan trabajo»

Altagracia de León se graduó de hotelería en 1998, pero cansada de «regar » currículos infructuosamente, decidió instalar un pequeño negocio donde afirma le va regular, indicando que a la gente de Cristo Rey le gusta trabajar.

Comercial Polanco se llama el pequeño negocio en el cual Altagracia vende entre otros, productos de limpieza y hasta organiza eventos. Fue después de llevar un currículo y tomar un examen en el cual sabía que le había ido bien, para trabajar en una empresa, que decidió trabajar por cuenta propia.

Y es que gracias a la confianza con una amiga que trabajaba en el lugar, supo que aunque todo lo había hecho bien, debido a que tenía más de 35 años, habían optado por no darle el trabajo.  «No me llamaron por la edad, de eso hace 10 años, para mi la vejez es estar sentado y no tener fuerza de voluntad, es deprimente que por tener 40 años no consigue uno trabajo».

KONICA MINOLTA DIGITAL CAMERAAhora con su negocio Altagracia de León, se queja de los préstamos bancarios, cuyos intereses son honerosos y pide al gobierno condiciones más fáciles, ya que les exigen garante y si no los tienen no hay forma de obtener un préstamo. «Mi mejor garante soy yo, por una carta no te dan un préstamo».

Al igual que Villamán, resaltó la necesidad de una buena escuela de formación técnica en Cristo Rey,ya que las pocas que hay ofrecen enseñanza muy básica y demandó una oficina de empleo que funcione.

«Es necesaria escuela de capacitación técnica en Cristo Rey»

Miledys Hernández
Miledys Hernández

Miledys Hernández, dueña de una pequeña tienda de ropa, en la avenida Ortega y Gasset de  Cristo Rey, es otra que reafirma la necesidad de una escuela de formación laboral en el sector, porque no hay.

En su pequeña tienda, sin nombre, porque el ayuntamiento le cobraba $6 mil pesos  por un letrero  pintado en la pared y hasta quieren cobrarle por un toldo para paliar el sol, Miledys dice que los jóvenes necesitan un centro para capacitarse y así insertarse a la vida laboral y no dedicarse a la delincuencia porque no tienen nada que hacer.

Con 20 años en su tiendecita, Miledys señala que siempre tiene su «fondito», para evitar los préstamos, pero que la situación está muy difícil, pese a que no paga local ni empelados ya que ella es quien atiende su negocio.

«Necesitamos una oficina de trabajo»

Si grato fue hablar con estos tres pequeños empresarios, más lo fue todavía conversar con Narciso Aracena Fernández, más conocido como «El Mariao», un vendedor de desayunos frente a la Clínica Cruz Jiminián, un líder en su comunidad y directivo de la Junta de Vecinos del sector.

La idea no era entrevistarle, sólo hacer las fotos, pero con la gracia y simpatía que le caracteriza «El Mariao» nos llamó y nos dijo: «Adió y nos van a hacer las fotos y no nos van a dejá hablá? Todos tuvimos que sonreir y ahí fue que inició la conversación, que se veía interrumpida por clientes que deseaban desayunar.

Narciso Aracena Fernández  fue quien nos señaló a un anciano a quien llaman Ñoñón, que con 105 años aún trabaja limpiando zapatos y nos mostró algunos jóvenes laboriosos de la zona, poco antes de que llegara su esposa, Aury Soribel Fernández, quien le ayuda  en el negocio y quien con igual  simpatía que su marido, continuó atendiendo a los clientes, mientras él respondía a nuestras preguntas.

Ñoñón con 105 años limpiando zapatos.
Ñoñón con 105 años limpiando zapatos.

«Adió la comunidad de Cristo Rey es más que laboriosa, pero necesitamos una oficina de trabajo, que funcione sinó no sirve,  muchos jóvenes no encuentran que hacer, pero tampoco saben hacer nada, para que la juventud se desarrolle tiene que haber una escuela que les enseñe un trabajo», dijo.

Narciso y su esposa Aury Soribel
Narciso y su esposa Aury Soribel

Recordó que recientemente llevó a un muchacho donde el Dr. Vargas, de la clínica Cruz Jiminián, quien le iba a emplear, pero cuando le preguntó que sabía hacer, este no pudo contestar, porque no sabía hacer nada. Se necesita urgentemente un centro de capacitación».

El Mariao señaló que recientemente habló con un coronel para ayudar a 19 jóvenes a conseguir una beca, a través de la hija del militar, quien no pudo hacer nada para que la Junta de Vecinos Manuel Jiménez, ayudara a estos muchachos a aprender un oficio. «Hace falta una escuela, porque las que hay no dan abasto».

Entre chistes y muestras de cariño Narciso precisó que hay muchos jóvenes en Cristo Rey que no saben hacer nada y abogó por la instalación de una escuela laboral.

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El sector tiene más de 200 mil habitantes, según estadísticas de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH-RD), y una tasa de 40% de abandono escolar en el nivel medio y un desempleo alrededor del 30%, situación que califica como alarmante.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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