Jorge Casado
Jorge Casado

Entre choferes de «Voladoras» nada debe sorprender de su léxico, es parte de su identidad folklórica.
Me contó uno de ellos el pasado primero de Diciembre, a prima tarde, al abordar la parte delantera de una ruta en la avenida John F. Kennedy de la capital y que tenía como destino el sector de Alma Rosa, que minutos previos, otro de sus compañeros, al coincidir en la vía, lo había amenazado con “pincharle” la barriga por incurrir en la práctica desleal de «ir martillando» para captar más pasajeros en perjuicio de los que venían detrás.
Eso sólo fue una amenaza sin fundamento que para nada lo preocupó. Aquí podría citar otras expresiones que forman parte de su diario vivir, pero todos conocemos que muchos son impublicables.
Tratándose de choferes de Voladoras, al ciudadano común nada lo sonroja porque pierden con facilidad la compostura frente a situaciones del caos de las calles y avenidas del país.
Continuó el chofer su ruta buscando la forma de lograr adelantar el paso porque casi estaba lleno.
Al parecer la calle estaba caldeada en medio de los taponamientos de la Navidad.
La Voladora continuó por el carril derecho sin percatarse que en el carril central un camión, adaptados con lonas y asientos para transportar policías, tenía la intensión de girar a la derecha hacia la avenida Ortega y Gasset, lo que pudo haber ocasionado una colisión.
Los frenos de ambos choferes funcionaron muy bien y a tiempo, y el camión de la Policía tomó el paso con rapidez soltando a pleno pulmón uno de sus agentes ocupantes la censurable y ofensiva expresión: Sin…Tu Madre.
Eso fue como un misil a los oídos de los pasajeros de la Voladora.
En la parte trasera, una doña a la que no pude ver su expresión facial, rompió el silencio acotando «Mira la forma de los que se suponen deben dar buen ejemplo». Nadie le quitó su razón.
Yo sólo atiné a mirar la hora en mi celular que marcaba las 3:42 de la tarde, por si algún día me animaba, como ahora, a contarlo, todavía sorprendido.

Jorge Casado
El autor es periodista y fotógrafo

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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