El príncipe Felipe será proclamado rey de España el próximo 18 de junio ante las Cortes Generales reunidas en el Congreso de los Diputados, según estima la Mesa de la Cámara Baja.
El diario El País informó que la Casa Real debe dar su visto bueno a la fecha. Las Cortes culminarán ese día el trámite parlamentario de la abdicación del Rey, según ha explicado Jesús Posada, presidente del Congreso. La proclamación de Felipe VI se hará en el hemiciclo en sesión conjunta y solemne de Congreso y Senado.
La Mesa del Congreso ha calificado este martes la ley orgánica aprobada por el Consejo de Ministros y, a partir de ahora, se abre un plazo de enmiendas para que se debata y vote el miércoles, 11 de junio, en lectura única y procedimiento urgente.
Salvo sorpresa, votarán a favor PP, PSOE, UPyD, CiU y parte del Grupo Mixto, hasta llegar al 91% de la Cámara. No obstante, CiU asegura que no ha tomado aún una decisión definitiva, aunque varios de sus 16 diputados dan por hecho que apoyarán la ley. Si se abstuviera finalmente, el porcentaje de apoyo a la ley sería del 86%.
El PNV ya ha anunciado que se abstendrá. El Rey habló personalmente con todos los portavoces el lunes para explicarles su abdicación.
A la semana siguiente, el día 18 se votará en el Senado y terminará el proceso para que se produzca el acto de jura en el Congreso. Desde esa fecha, la Casa Real puede elegir cualquier día o irse a la semana siguiente, por ejemplo, el día 24 coincidiendo con el día de San Juan.
Los plazos podrían haber sido más breves, con votación, incluso, este mismo jueves, pero la Mesa, en contacto con Zarzuela y Moncloa ha optado por este calendario.
Una vez aprobada, el trámite solo fija que ha de publicarse en el Boletín Oficial del Estado, que marcará, además, el momento en el que debe entrar en vigor. Este ha de coincidir con la proclamación de Felipe como rey, ya que no puede haber un período de transición. Y mientras, “el rey sigue siendo rey a todos los efectos”, asegura un experto en monarquías.
El relevo en la Corona culminará con el juramento del Príncipe ante el Congreso y el Senado y su proclamación como Felipe VI.
La imprevisión obligará a que se eche mano del sentido institucional, ya que este juramento ha de celebrarse en una sesión conjunta de Congreso y Senado, pero el legislador tampoco ha redactado en 40 años el reglamento que regule este tipo de sesiones, preceptivas en el caso de sucesión en la Corona.
La abdicación dejará al Rey en una situación jurídica que tampoco está reglada. La misma ley orgánica podría incluir una referencia a esta protección ante los tribunales, ya que don Juan Carlos dejará de ser inimputable, una condición que se limita al jefe del Estado.
Tampoco incluirá, previsiblemente, alusiones a la aún Reina Sofía, que, con la aprobación de la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, iba a pasar a contar con el privilegio del aforamiento. Este estará ahora destinado a Letizia.