Margarita Brito

Parte del público en el concierto
Parte del público en el concierto

El cantante de origen mexicano Luis Miguel ofreció con éxito su concierto denominado The hit tour, en el anfiteatro de Altos de Chavón,La Romana, áforo que lució abarrotado de un público que disfrutó a más no poder de los temas que le han hecho famoso, pero tras el espectáculo ocurrieron algunas cosas hilarantes y otras no tanto, que no se vieron.
El denominado Sol de México logró hacer temblar las piedras, de Chavón, y tuvo la suerte de que la lluvia que azotó al país antes y después de su presentación parara totaolmente hasta que finalizó, a las 11:10 de la noche.
La llegada y salida de Altos de Chav{on constituyó una odisea, por el enorme tapón que se formó y que se complicó más aún por el aguacero que se registró al finalizar y que se extendió por varias horas.
Una de las cosas que molestó un poco a gente del público, fue la «MOLE» de guardaespaldas que tiene, que aunque hacía su trabajo, en muchas ocasiones impidió observar la actuación del artista.
Se le vio muy activo agarrando al cantante y llevándolo hacia atrás en los momentos en que saludó a gente del público dando la mano.
Otra cosa fue ver los pasillos del anfiteatro llenos de personas, no se podía caminar. La llegada del famoso pelotero Sammy Sosa, ocasionando gran algarabía de la gente que deseaba saludarle y tomarse con él una fotografía, complicó aún más elk deslizarse en el lugar.
Mucha gente se quejó de que el artista no interpretó temas esperados tales como «Si nos dejan», «La vikina», «Reloj» y «Somos novios».
Como «pollos mojados», la mayoría de los asistentes al concierto de Luis Miguel tuvieron que montar en sus diferentes transportes, ya que la lluvia que inició desde que finalizaron los fuegos artificiales, continuó por varias horas.
Fue gracioso ver como un hombre trasladaba cargada a caballito a una mujer gordita a través del lodo, atravesaron una distancia considerable entre el lodazal, en un momento la mujer le gritó a otro amigo que les acompañaba que le bajara el vestido, pero este era tan corto, que el amigo le gritó que sería los panties que le bajaría, porque llevaba todo afuera. Ekl trío por fin llegó hasta una jeepeta blanca, que abordarían, pero fue en ese mismo momento cuando el que llevaba cargada a la mujer resbaló y ambos quedaron sentados en el lodo. La risa de los que estabamos presentes fue inevitable, mientras el amigo les ayudaba a pararse y le indicaba que ninguno de los dos subiría al vehiculo.

La odisea de los periodistas

El concierto finalizó a las 11:10 de la noche, pero fue cerca de las 3:00 de la mañana cuando el autobus en el que viajaban los periodistas que cubrían el evento, pudieron trasladarse a Santo Domingo, en medio de un torrencial aguacero, tras llegar otro vehículo desde Punta Cana.
A esa hora todo el mundo se había marchado del parqueo improvisado en los terrenos aledaños a la ciudad de Altos de Chavón, incluidos decenas de autobuses y los cientos de vehiculos de gente que viajó desde diferentes puntos del país. Sólo el autobus de Caribetours Otium 45 se mantuvo el lugar, tras más de dos horas intentando salir del lodazal donde estaba «enchivado», no hubo formas , tuvieron que esperar un nuevo bus que llegaría de Bavaro-Punta Cana.
La espera se hizo agotadora, pero al final tras casi dos horas llegó. Atravesar el terreno lleno de lodo y hhoyos mientras caía una llovizna pertinaz, no fue nada comparado con el deseo de llegar a casa.
Los comunicadores agradecieron a Luz García, una de las organizadoras, que apareció de no se sabe donde para disculparse, aunque claro, no tuvo la culpa de nada.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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