Basilica-de-HigueyHoy es día de fiesta en la República Dominicana, es el día de La Virgen de la Altagracia, patrona del pueblo dominicano, festividad, enraizada a la historia el país y de la provincia La Altagracia, recoge los primeros sentimientos de Fe a la Virgen desde 1502, siglo XVI, a la llegada de los españoles.
Monseñor Ramón de la Rosa y Carpio destaca en una cronología de 2007, que desde la llegada de su devoción a la isla Española, la Virgen de La Altagracia ha estado presente en todos los capítulos de la historia.
A La Basílica
Cada 21 de enero miles de feligreses de todo el país viajan hasta la Basílica de Higüey a rendir culto por los favores recibidos.
El historiador inglés John Fleury, quien escribió el libro “Historia de Nuestra Señora, la Virgen de Altagracia”, señala que lo más atrayente de esta advocación de la Madre de Dios son sus milagros. “Es milagrosa y milagrosa en abundancia”, afirma.
Hoy, como todos los años, miles de peregrinos llegará a la Basílica de Higüey para ofrendar a la Virgen el sacrificio que han hecho, por conseguir algún favor y así cumplir su promesa. Algunos irán descalzos, otros vestidos de marrón, tal vez de rodillas, como quiera que vayan lo hacen con devoción y agradecidos de la madre, que les sanó de una enfermedad incurable le salvó de un accidente o le otorgó lo que le pedían. Constantemente se habla de los milagros, que se obtienen por una fe inquebrantable. El propio Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte era devoto de la Virgen de La Altagracia, al igual que su madre Manuela Diez.

Descubrir los valores espirituales

El padre Luis Rosario exhorta a descubrir los valores espirituales de esta festividad, a no quedarse en lo externo, en lo folkórico, o una especie de jolgorio de la celebración.
“Ver más alla, aunque no compartamos los valores espirituales, darnos cuenta que hay una forma adecuada de vida, No como animales, elevando la calidad de vida espiritual”.
Sostiene que “no podemos quedarnos en lo anecdótico del asunto, sino ir al sentido psicológico y teológico, que es la necesidad del ser humano de enraizar su vida en el contexto de valores espirituales.
Subraya que además de expresión de fe, la fiesta debe debe servir para analizar tanto a católicos como para quienes viven un poco alejados de Dios, como expresión de un llamado a dar dignidad a la vida, reconocer que hay valores
Destaca que la imagen de la Virgen de La Altagracia es la del nacimiento de Jesús, narrada por San Lucas, donde aparecen María, José y el niño Jesús.
Reconoce que Dios ha dado al mundo la Alta gracia, el regalo de su hijo, la gracia a María ser la que recibe la gracia de Dios, que realiza el encuentro de Dios con la humanidad, a través del nacimiento de Jesús.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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