Dr. José Antonio CollDr. José Antonio Coll

Dr. José Antonio Coll
Dr. José Antonio Coll
Por: Dr. José Antonio Coll. Santo Domingo.- La sociedad Dominicana, vivió dese 1930 un gobierno de dictadura presidido por Rafael Leonidas Trujillo Molína hasta su derrocamiento y ejecución en el año de 1961. Con la desaparición del régimen de Trujillo, se dio inicio a una vida en democracia. El país conoce de ese periodo todo lo negativo y todo lo especulado por docenas de escritores nacionales y algunos hasta extranjeros, se han formado varias asociaciones, fundaciones y hay productores que viven de relatar y de poner sobre el tapete los hechos de la dictadura, enfocando solo la parte de las sombras. Se desconoce si hubo luces y cosas positivas, porque al igual que ha sucedido siempre, la historia del país la cuentan quienes detentan el poder, y lo hacen frecuentemente a su manera.
Los historiadores en sentido general, son parte interesada del cuento que cuentan. Visto así se ha dicho que Quisqueya era un nombre del vocablo aborigen que identificaba esta isla en que vivimos, que la reina Isabel La Católica patrocinó el descubrimiento realizado por un marino que todavía hoy no se sabe si era genovés, al transcurrir de los siglos han determinado que muchas de las cosas que estudiamos como historia no eran más que cuentos.
La democracia es una forma de gobierno que establece el gobierno del pueblo, esto sucede a través de sus representantes elegidos en las urnas, los cuales una vez electos deciden en nombre del pueblo que los eligió. La república Dominicana tiene una constitución que la rige y que es la que determina la matriz de todas las leyes, la ley de leyes. Además es signataria de un sinnúmero de resoluciones y de acuerdos internacionales cuyo único objetivo es garantizar un régimen de derecho, de igualdad para todos, de no discriminación y sobre todo de LIBERTAD, entre lo que se distingue LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y DIFUSIÓN DEL PENSAMIENTO.
El pacto internacional de derechos civiles y políticos firmado por los países miembros (inclusive la República Dominicana) de la Organización de las Naciones Unidas en 1966, reza: artículo 19-1, NADIE PUEDE SER MOLESTADO POR SU OPINIÓN y en su artículo 19-2, garantiza la libre expresión de buscar, recibir y difundir ideas e informaciones de toda índole ya sea oral, escrito o de cualquier otra forma. El artículo 20, acápite 2, determina que: estará prohibida por ley, la apología del odio nacional, racial, religioso que constituya incitación a discriminación, la hostilidad o la violencia. Se consagra más adelante, la libre asociación, la igualdad de las personas, la discriminación política, de nacimiento, y origen o de cualquier otra condición social.
Así podríamos ver las justificaciones jurídicas y constitucionales que admiten el discernimiento, la libre expresión y anulan todo tipo de discriminación en contra de persona alguna. Sin embargo en virtud de una ley aprobada solamente por un representante del Consejo de Estado de 1961, se impide a los descendientes del dictador Trujillo, poder expresarse y con ello hasta defenderse de quienes les atacan constantemente a través de 50 años de democracia.
El pueblo Dominicano es sabio, conoce lo que está bien y lo que está mal, y puede en consonancia apreciar lo conveniente de cada caso histórico que se le reseñe, el país vive una democracia y ello significa respetar los derechos de todos, aun de los que no estén de acuerdo con nosotros. Hay que permitirle a este país el conocer la historia del régimen de Trujillo desde las dos campanas y que sea el mismo pueblo quien decida en consecuencia.
Nuestros jóvenes están creciendo sin que se le permita analizar la historia de un periodo, que quierase o no sucedió y los descendientes del tirano, tienen derecho a expresarse y dar a conocer su verdad y a someterse al juicio de la historia, más aun cuando muchos de ellos ni siquiera estaban nacidos, cómo hemos de coartarles de la palabra y hacerlos responsables de lo que sucediera en esos momentos.

¿CUANTOS MURIERON EN LA ERA DE TRUJILLO?…
Habría que preguntar también, ¿CUANTOS HAN MUERTO EN LOS AÑOS DE DEMOCRACIA?…
A quienes se han enjuiciado por esos daños de la democracia.
Los estados se constituyen para garantizar:
Ø La libertad in extenso.
Ø Educación.
Ø Salud y medicinas.
Ø Alimentación.
Ø Arte, cultura, deporte, recreación.
Ø Seguridad ciudadana.
Ø Integridad física y moral.
Ø Desarrollo en toda la extensión de la palabra.
En fin mejorar las condiciones de vida para los ciudadanos que componen la nación.
Renglón por renglón, con sus excepciones, los logros alcanzados por la dictadura superan los realizados por la democracia y sus sistemas de partidos. Dicho esto parecería que yo estoy proponiendo una nueva dictadura, lejos de eso, lo que defiendo es el derecho a disentir de los y las dominicanas, a conocer nuestra historia de manera real y autocrítica para valorar los procesos pasados y no cometer los mismos errores y a garantizar la libertad de expresarse de todos los dominicanos que deseen hacerlo, sin importar la descendencia, ni lo que hicieron sus antepasados.
No hay que temerle a la verdad ni a la historia, ni puede la democracia darse el lujo de hacer lo mismo que hacia la dictadura. (Dr. José Antonio Coll).

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