El presidente de la Asociación de Navieros de la República Dominicana, Teddy Heinsen, reveló que pese a los intentos para aumentar las exportaciones de materiales industriales y alimentos producidos en el país a islas del Caribe desde la terminal de Puerto Plata han sido imposibles debido a un pacto colectivo que obliga a pagarle a los trabajadores 13 horas por furgón aunque el trabajo en un menor tiempol.
Durante un encuentro en el periódico Hoy, en compañía del vice presidente ejecutivo de esa entidad, Aníbal Piña, Heinsen dijo que en las islas de Turcos y Caicos hay una demanda “increíble” de mercancías, por lo que se intentó enviar dos o tres furgones con productos industriales fabricados en el país, además alimentos enlatados y del agro, entre otros.
Sin embargo, ese pacto que establece que por cada furgón que se maneje hay que pagarle a 35 sindicalistas aunque sólo se trabaje un furgón, significa una traba, ya que no es rentable.
Sostuvo que eso no se ha podido reconsiderar porque los sindicalistas consideran que el haber logrado hace varios año ese pacto es “un derecho adquirido”, sin darse cuenta que eso significa perder una gran oportunidad para el país hacer negocios.
En tanto, los directivos de la Asociación de Navieros de la República Dominicana lamentaron que el alto costo de los combustibles está impidiendo que al igual que en el caso de los aviones, los barcos no lleguen al país para abastecerse de los derivados del petróleo.
Dijeron que en país no hay un gran astillero porque se pagan demasiado impuestos en lo que es el consumo de una embarcación, citando el ejemplo de los altos costos de los combustibles.
Revelaron que existe una flota pesquera española que cada año se traslada al océano Pacífico a pescar, la cual estudió la posibilidad de construir un drakedog en el país para dar mantenimiento a sus embarcaciones cuando termine la temporada de pesca, sin embargo la investigación determinó que era mejor regresar a España debido a los altos costos que implicaba hacerlo.
Expresaron que esa era una excelente oportunidad, porque traería recursos y generación de empleos, pero además de lo caro de los combustibles, las trabas para los permisos y el cuánto costaban permitió que no se concretara. Pusieron que en el caso de los aviones, muchas líneas aéreas prefieren abastecerse de combustible en Cuba, México o países centroamericanos antes que hacerlo en la República Dominicana aunque en su ruta tengan, que hacer escala en un puerto del país.