La mandataria se recupera de una tiroidectomía por un carcinoma papilar y descansó bien durante la noche, con controles clínicos y de laboratorio “normales”.
Las medidas de seguridad fueron incrementadas en los alrededores del hospital Austral, en la localidad bonaerense de Pilar, ante la inminente salida de la mandataria, mientras militantes oficialistas se mantenían una vigilia frente al centro asistencial y celebraban las buenas noticias sobre la salud de Fernández.
La Casa Rosada no ha aclarado si la presidenta Fernández regresaría a la residencia oficial de Olivos, en las afueras de Buenos Aires, y viajaría después a su casa de la villa turística de El Calafate, en la provincia sureña de Santa Cruz, para descansar hasta que concluya su licencia, el 24 de enero.