El Obispo emérito Francisco José Arnaiz criticó durante la homilía de una misa de celebración de los 50 años de la Confederación Autónoma Sindical Clasista (CASC), que los sindicatos de trabajadores olvidaran que uno de sus objetivos es luchar por las reivindicaciones sociales de los obreros.
Arnaiz dijo que le duele en el alma porque tantos trabajadores vivan miserablemente en una vivienda, que en realidad no merece tener ese nombre.
“Una campaña una cerveza menos al mes, y tendrían ustedes a final de año una millonada de pesos porque ese es un fondo para vivienda, ya que el Estado no se está preocupando de hacer esa vivienda, ni los empresarios”, sostuvo.
Explicó que es Bilbao, ciudad industrializada del país Vasco, que a finales de la guerra civil española tenía una situación similar a la de República Dominicana en cuanto a las casuchas y ranchos, pero que en un año desaparecieron porque un gobernador a quien calificó de admirable, propuso aportar un tercio del costo de las viviendas, los sindicatos del transporte otro tercio y los adquirientes de las viviendas el otro tercio.
“Así empezaron a hacer casas, y se hicieron pueblos enteros, como el pueblo de San Ignacio de Loyola, que está pegado a la universidad nuestra de los jesuitas”, explicó monseñor.
Arnáiz retó a los sindicatos de trabajadores a promover una vida más digna para todos los obreros y ciudadanos, y pidió para que ese reto empiece a hacerse con la construcción de casas sociales. Además, indicó que los sindicatos pueden crear un fondo para viviendas, al considerarlo como una obligación el promover la dignidad del ser humano.
Previo a la misa, Gabriel del Río, presidente de CASC, admitió la situación planteada por el obispo y dijo que en sentido general han tenido grandes dificultades en el mundo del trabajo. Expuso que la mayoría de los trabajadores dominicanos no goza de libertad