Sentada en la acera en el frente de la banca de Lotería donde labora, aquella joven miraba indiferente pasar automoviles y motores, mientras cantaba un tema de algún urbano. Yo pasaba por su lado en ese momento de regreso de la farmacia y me sorprendí al escuchar las letras que repetía y que reproducía un radio.
Y es que aquellas palabras narraban en el lenguaje más crudo y vulgar una relación de pareja y lo que le hacía el ¨marido o novio¨, me dejó sorprendida.
¨Como pequeñas ranas y serpientes aquella muchacha que no pasaría de los 20 años, sin notar a la gente que pasaba por su lado, iba desgranando aquel rosario de palabras soeces, mientras también se escuchaba en la radio que sostenía sobre su regazo.
Muchas de las canciones del género urbano que se hacen en la actualidad tanto a nivel nacional como internacional, muy populares entre los jóvenes, recurren a letras con un explícito mensaje sobre violencia, sexo y drogadicción.
Las letras de las canciones pierden cada vez más sentido,mientras se vuelven cada vez más obscenas y vulgares .
Desde el año 2000, cada vez más canciones que contienen temas ilegales o hedonistas como drogas, sexo y violencia han entrado en el Billboard Hot 100
un tema con contenido sexual con lenguaje ofensivo, será considerado explícito..
Según los estudios realizados sobre los géneros urbanos por psicólogos sociales en Puerto Rico, Panamá, Argentina, Honduras, Guatemala, el Salvador, Colombia, Perú y Ecuador, período 2004-2019, las letras de los llamados géneros urbanos o de calle” tienen como propósito embrutecer a los adolescentes y jóvenes para que éstos no piensen en las causas que generan pobreza y exclusión social.
, las letras de los géneros urbanos que escuchan nuestros adolescentes y jóvenes, los incitas al consumo de alcohol y a las drogas ilícitas, al sexo promiscuo y, a irrespetar a sus padres y tutores.
Muchas promueven las peores deformaciones de una sub-cultura musical deprimente, concebida y sustentada por el gran capital
Como he dicho en otras ocasiones, es una verguenza y es repugnante lo que se escucha en algunas emisoras de radio o se ve en las redes sociales y que consumen muchos jóvenes dominicanos, donde los llamados artistas urbanos ofertan vulgaridad y antivalores.
No es que no se hable de sexo, es que se deforma de manera grotesca esta hermosa expresión del amor, con un lenguaje sucio y descarnado, con palabras vulgares, explícitas y en muchas ocasiones vendiendo sexo por dinero, es decir prostituyéndose a través de los medios de comunicación de masas y lo peor es que esto es lo que están consumiendo muchos niños y adolescentes, como ejemplo a seguir, en un país donde muchas madres y padres dejan a la televisión y al internet, la educación de sus hijos e hijas.