2da. y última parte
Margarita Brito
Santo Domingo.- Si caminamos por la Ciudad Colonial, Primera ciudad de América, la visita al Alcázar de Colón es casi obligada, el palacio construido por orden de Diego Colón, entre 1511 y 1516 frente al río Ozama, se alza imponente en la plaza España.
Sumergirse en la historia que guarda el lugar, con un estilo que es mezcla del gótico, isabelino, mudéjar ,con algunas características renancentista que destacan en sus arcadas, es como viajar al pasado.
A pesar de que el mobiliario es sólo una recreación de lo que fue la casa del virreinato, la historia encanta al visitante, que puede imaginar de inmediato a las damas caminando por las estancias, mientras se oye el «fru fru» de sus vestidos con sus amplias enaguas o sus risas al subir por las estrechas escaleras o las maquinaciones de los caballeros hablando de conspiraciones y conquistas.
En la antigua residencia actualmente funciona el Museo Alcázar de Colón, con un mobiliario que es una recreación de 1957.
Imaginen lo que fue construir este edificio, primer palacio fortificado de la época hispánica, un trabajo arduo usando piedras, argamasa mezcla de cal para unirla y elaborando una mampostería de rocas coralina.
Este palacio originalmente tenía tenía 55 habitaciones, de las cuales se conservan sólo 22, además de 72 puertas y ventanas donde se observa la piedra calcarea.
Para hacerlo más atractivo al visitante el alcázar fue remozado entre 1955 y 1957 por el arquitecto español Javier Barroso.
Diego Colón y su esposa María de Toledo residieron en el lugar donde procrearon sus hijos, siete en total aunque sus dormitorios estaban separados. Doña María vivió aquí hasta su muerte en 1549, mientras que Diego murió en España en 1526. Se dice que miembros de la familia vivieron en el alcázar hasta 1577.
En 1586 el pirata inglés Francis Drake invadió la isla Hispaniola y se llevó los objetos de valor del antiguo palacio virreinal.
Durante dos siglos la propiedad fue objeto de litigio, posteriormente fue abandonada. El paso de los años y las inclemencia del clima hicieron estragos en su estructura, sus techos quedaron en ruinas, por mucho tiempo se usó como potrero de animales hasta que en 1870, para proteger las ruinas fue declarado Monumento Nacional.
El Museo alcázar de Colón
La colección mobiliaria del hoy Museo del Alcázar esta constituida por más de 800 piezas originales de los siglos XIII al XX, todas relacionadas con los diferentes ambientes de una residencia virreinal.
Entre esta destacan los tapices, los armarios, bargueños, instrumentos musicales, gargolas, bargueños (que era una especie de escritorio tipo mudéjar), y las pinturas, entre estas Alberto Duero y tres Rafael Pellicer.
Entre los salones más usados estaban el comedor de las damas, el salón de te, la sala de audiencias y fiestas. Para la época se usaba tener un comedor de diario y otro para ocasiones importantes.
Durante el recorrido realizado, en el cual recibimos explicaciones de Carlos de los Santos y Glenis Peña, indicaron que en temporada baja el número de visitantes oscila entre nueve mil y 11 mil personas, mientras que en alta la afluencia de personas es entre 14 mil a 20 mil personas. La mayoría de los turistas extranjeros son rusos, estadoundenses y franceses.
Finalizado el recorrido los visitantes, que han disfrutado de la rica historia que guarda el alcázar de Colón, pueden llevarse un recuerdo divertido tomándose fotos simulando vestirse según la época.