SANTO DOMINGO.  Para el salsero dominicano Carlos Enrique, el maestro Víctor Waill fue su mentor y tuvo el privilegio de compartir con él su última colaboración, grabando a dúo en dos canciones a ritmo de salsa.

Mostró satisfacción  por los conocimientos  musicales que adquirió del cantante y arreglista Víctor Waill,  quien en vida fue el artífice de acertadas fusiones que impulsaron a la nueva generación de salseros dominicanos.

«El maestro y yo tuvimos la oportunidad de diversificar  y experimentar  nuevos ritmos, incursionamos en la salsa balada. Su música vivirá por siempre en mí», proclamó Carlos Enrique al ser entrevistado por el economista y productor José Méndez Luzón, en el programa 911: Emergencia de Amor.

El salsero, quien lleva varios años radicado en el área de Massachusetts, Estados Unidos, estuvo de visita en República  Dominicana promocionando su plataforma musical carlosenriquemusic,medio que destaca su más reciente tema «Por si un día no me ves», un featuring con el maestro Víctor Waill, quien también es el arreglista de esa salsa.

Por esas cosas misteriosas del destino, “Por si un día no me ves” fue la última canción que grabó Waill, la cual retrata una despedida.

Durante la entrevista, Carlos Enrique llamó a los jóvenes a ser disciplinados por entender que es la clave para llegar al éxito.

«Aún teniendo el don de crear arte y de cantar, sino tienes disciplina, no podrás lograr tus sueños», aseguró el joven artista, oriundo del sector Los Alcarrizos, Santo Domingo Oeste.

Dijo que disciplina se manifiesta cuando  se tiene la capacidad de entender que te debes a un público que merece respeto.

Entre sus compasiones se destacan «Peno no», «Hoy si está claro» y «Por si un día no me ves», las dos últimas interpretadas a dúo con el maestro Waill.

El programa 911 Emergencia de Amor se transmite los domingos a las 8:00 de la mañana por CERTV, canal 

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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