Margarita Brito

Un buen jefe escucha
Un buen jefe escucha

Existen personas que cuando logran una posición de liderazgo, de ejecutivo en una empresa, en lugar de crecer se empequeñecen por la forma en que tratan a los que están por debajo o que dependen de este en su trabajo, otras en cambio, aunque los menos, se engrandecen ante su humildad, porque el cargo no se le sube a la cabeza.

La afirmación viene al caso porque recientemente  visite a quien había sido jefe de redacción del periódico en el que  laboré por casi 16 años y que ahora ocupa una alta posición ejecutiva en uno de los canales de televisión más importantes del país.

A diferencia de cómo cambian algunos cuando son ascendidos en una empresa determinada, Domingo del Pilar sigue siendo aquel periodista sencillo que conocí hace ya más de 15 años, sin los aires de superioridad de algunos que hasta dejan de lado la amistad, «porque el puesto se transformó en algo más importantes que  quienes fueron sus amigos o compañeros trabajo».

Visité el canal Telemicro para que me ayudara con unos trámites para unas entrevistas que necesitaba hacer y no solo me ayudó en todo lo que estuvo en sus manos, sino que además tomó su tiempo para mostrarme los estudios, las salas de redacción y presentarme parte del personal que allí estaba, ni más ni menos como antes.

Sabía del gran ser humano que es, pero volví a constatarlo. Y es que es común que cuando alguien que era un buen compañero de trabajo, cuando  y  que estuvo años compartiendo el mismo rol y es ascendido de posición cambia. Aunque este no es el caso, ya que como jefe de redacción también era ejecutivo y su trato afable a los demás siempre fue su sello distintivo.

Un mal jefe le grita
Un mal jefe le grita

Porque si quieres conocer a Panchito…

Existe un refrán que dice que «si quieres conocer a Panchito…dale un carguito» y es que hay muchos que no se acuerdan de lo que eran y en ocasiones hasta muestran menosprecio por sus anteriores colegas y les hacen sentir como si fueran de un nivel  inferior con la que no conviene mezclarse.

Son personas que no admiten críticas, creen que llegaron a ese nivel porque su conocimiento es superior al de aquellos que están en niveles “inferiores” de poder, con egos super inflados se consideran infalibles e invalidan a todo aquel que proponga un cambio o se oponga a lo considera, aunque sea para mejorar.

También suelen creer que quienes piensan distinto son enemigos y algunos llegan incluso a asignar una intención a la diferencia de ideas, considerando que le envidian o quieren hacerle daño.

 

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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