La cantautora dominicana Covi Quintana puede tachar uno de sus sueños hechos realidad: cerrar su gira “El invento” al Palacio de Bellas Artes y salir exitosa, en un sábado, que tal y como dijo en una carta en papel amarillo entregada en la puerta a cada asistente al concierto, fue uno de los más felices de su vida.
Vestida de negro de bajo, con chaleco gris y tenis blancos. Con su guitarra “amarilla”, sorprendió al publico al bajar al escenario desde el fondo del auditorio, interprentando a capela “Imaginación”.
Acompañada de una banda integrada por JV Olivier en la batería, Joel Berrido el bajo y producción musical, Baby Funk en el teclado e Issac Hernández en la guitarra, con su concierto Covi hizo de su música y poesia una bella pintura, que abrillantó con las luces y una pantalla gigante semi circular por la que mientras cantaba se iban pasando videos de los diferentes temas.
La cantante que es española por sus padres pero que afirma que es dominicana y habla como tal, señaló que aunque le salen sus raíces flamencas, pero que definitivamente sus raíces de dominicana le llenan el alma, por eso interpretó “Soy dominicana”, describió las bondades de esta tierra, que llama su ”Caribe del alma”.
“Esta noche no pararé de darles las gracias por el apoyo que me han dado y ver esta sala repleta me hace sentir sencillamente feliz”, señaló la joven cantautora, que interpretó temas como: “Imaginación”, “Amor Amor”, «Contigo quiero todo», “Antes”, “Todo o nada”, “Darte lo que soy”, “Quédate Conmigo”, “El amor de mi vida”, “Ven”, “Ojalá”, entre otras, que el público coreó junto a ella. Para interpretar la canción “Te quedaras” invitó al escenario al también cantautor y su amigo de mucho tiempo Pamel. Porque como dijo: “No se trata de competencia sino de decir que en República Dominicana se hace música de calidad”.
Covi no cesó de dar gracias durante toda la noche, a ese público que le sigue, y pidió que le escriban y le hagan preguntas, ya que siempre está para ellos en las redes sociales. Otras canciones que interpretó y en las que la gente le acompañó fueron:“Mi lado del sofá”, “No es casualidad”, “Soy”, “Quien eras tu”, “Luz de ciudad”, “Poquito a poco”, “Y si tengo”, “Bésame suavecito”. La cantante no olvidó su viejo piano amarillo en la casa, lo llevó junto a éste y su guitarra comenzó a soñar, desde un rinconcito del balcón.
Quintana se lució con una producción pocas veces vistas en artistas solistas, evidenciando el dominio que tiene de su propio concepto en la utilización adecuada de los recursos escénicos y de montaje dispuestos a su disposición.
Covi, quien ha sabido crear los códigos para articular una personalidad conceptual, que al verse resalta su identidad.