Veinticinco pacientes renales en hemodiálisis del sector público y privado son beneficiados con igual número de cirugías gratis, para la construcción de fístulas arteriovenosas, a través del operativo quirúrgico que realiza la Asociación de Pacientes Renales Sendero de Vida, con el apoyo del Ministerio Administrativo de la Presidencia.
Las cirugías son realizadas por el doctor José William Morales, cirujano vascular, con la asistencia del doctor Julio Pineda, en el Centro Médico Santo Domingo Oriental de Santo Domingo Este.
La fístula arteriovenosa, es la vía de acceso vascular que se crea a través de una cirugía mediante la cual se une una arteria y una vena debajo de la piel del brazo, para producir un mayor flujo de sangre, de modo que la máquina de hemodiálisis pueda succionar la cantidad necesaria para eliminar con eficacia los tóxicos y liquido del cuerpo del paciente.
Entre los pacientes que están siendo beneficiados se encuentran los que se dializan en los hospitales Padre Billini, Moscoso Puello, Ney Arias Lora, Cecanot, así como los que reciben la terapia en unidades privadas.
El operativo médico forma parte de las actividades que Sendero de Vida realiza en ocasión de celebrarse el sexto aniversario de su fundación, dando servicios a los pacientes renales en hemodiálisis más necesitados.
Esta es la segunda ocasión en que el ministro José Ramón Peralta dispone el apoyo en este tipo de actividad, para que Sendero de Vida pueda favorecer a pacientes que no pueden costear el pago de este procedimiento.
En los centros médicos privados del país, una cirugía de este tipo tiene un costo que va desde los 25 mil hasta los cien mil pesos, dependiendo del lugar y de la conciencia del médico que la realiza y debe ser cubierta totalmente por el paciente, ya que el catálogo de prestación de servicio de la Seguridad Social no cubre este procedimiento.
En los hospitales públicos, esta sencilla cirugía es prácticamente nula y los pacientes deben buscar sus propios medios para pagarla; muchos no tienen esta suerte y mueren por la mala calidad de vida.
La falta de fístulas es una de las primeras causas de muerte de los pacientes renales en el país, lo cual ha alcanzado niveles alarmantes, ya que más del 70 por ciento se dializa a través de catéteres temporales, que causan infecciones recurrentes y una mala calidad de la terapia.