Por Altagracia Moreta Feliz
Uno de los pilares básicos de la bioética es la humanización en los servicios de salud y el respeto a la dignidad de las personas, la aplicación de los principios bioéticos principalmente a los grupos más vulnerables en los cuales se encuentran los envejecientes.
Lamentablemente en el país en muchísimos casos los adultos mayores reciben un trato vejatorio en algunos hospitales públicos y hasta privados, subsidiados por el gobierno, pagados con el impuesto de todos nosotros. En este sentido es hora que los galenos que se han quedado rezagados comiencen a actualizarse. Es importante agregar que mediante el Sistema de Seguridad Social usted tiene derecho a cambiar de centro de salud, de médico y hasta denunciar su caso antes el Comité de Bioética que ya funcionan en varios hospitales y clínicas del país.
El caso que obliga a escribir este artículo es el siguiente: la paciente B. tiene 78 años. Hace unos 5 años fue operada de cáncer de mama y luego sometida a un proceso de quimioterapia. La osteoporosis y los dolores se le han se agudizado junto a otros males que afectan a las personas de avanzada edad, por lo que sus visitas a los médicos son frecuentes.
Hace una semana después de su última visita al doctor sus males se agudizaron, por el trato vejatorio que recibió.- Lo último- dice la paciente, fue la forma grosera e irrespectuosa en este profesional de la salud la mandó a callar, cuando ella pidió explicaciones sobre una lista de medicamentos- de uso delicado y supervisado- que él recetó.
Esto no sólo afecta a la paciente sino también a los familiares al verla sufrir una enfermedad grave y ella negarse a tomar los medicamentos y afirma no volverá al nunca más el médico.
En realidad que las dolencias moral de la violación a sus derechos a ser informada ( consentimiento informado) la impotencia, le afectaron tanto como el dolor físico.
Antes este caso es importante citar algunas consideraciones expuestas por el destacado bioeticista del Instituto Hostosiano de Puerto Rico, Leonides Santos Valgas quien habló precisamente este tema en una de las conferencias que presentó en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) para los estudiantes de la maestría de Bioética, con el titulo ¨ bioeticista del Instituto Hostosiano de Puerto Rico, Leonides Santos Valgas
El objetivo de esta presentación fue valorar la heredad dejada por nuestros mayores a lo largo de la historia, identificar los principios bioético que en el contexto de los servicios sociales y de salud que inciden en la valoración de las personas mayores.
Analizar críticamente cómo el sistema de servicios sociales y de salud en la actualidad, no facilita la valoración de los ciudadanos de tercera edad. Sabemos que Leonides se refiere al sistema de salud puertorriqueño, sin embargo, es aplicable en el sistema dominicano y precisamente en el caso que nos ocupa.
Santos Valgas, quien murió hace menos de un año y su pérdida representó un fuerte golpe a la bioética de Americana Latina, dice al referirse a los adultos mayores que ¨ es frecuente todavía la mofa y la devaluación humana de las personas que han roto las estadísticas de expectativa de vida. Al referirse a la valoración de la ancianidad en la historia, explica que las culturas primitivas ágrafas, el viejo era la memoria del grupo; se le trataba con respecto y se le expresaba admiración y reverencia¨
Por otra parte señala que al crecimiento sin precedentes de la población gerontológica se anticipa un aumento de condiciones crónicas, aumento del costo médicos y mayor demandas de geriatras, la necesidad de incorporar un sistema de cuidados paliativos así como nuevos retos bioéticos debido s a las frecuencias de casos en condiciones terminales.
Dentro de esos nuevos retos de la bioética en el país debe comenzar a capacitar más médicos para la atención de población envejecientes y que los mismos ofrezcan un trato de calidad respeto y dignidad a los y las adultas mayores. No importa cuántas especialidades tengan ni que famosos sean, no le sirve de mucho, si ofrecen un trato de irrespetó y humillaciones y violación a la dignidad de las personas.
Para concluir citamos estas consideración de Santos Valgas que dice¨ cuando el juicio clínico esta expuestos a que se supedite al juicio contable, no hay garantía de humanismo medico, de trato digno y compresivo- como el que la sensibilidad y la sabiduría bioética promueve.¨