Río de Janeiro, Brasil. Chile venció 2-0 a España y el actual campeón del mundo se retira de la Copa del Mundo, sin superar la fase de grupos del Campeonato Mundial Brasil 2014, ante un Chile que avanzó a los octavos de final del torneo.
Eduardo Vargas y Charles Aránguiz hicieron los goles chilenos en un primer tiempo de alta tensión para los europeos, lentos en la recuperación e imprecisos en sus pases. El triunfo asegura a la selección de Chil el pasaporte a la fase de octavos de final y la posibilidad de definir, en la última jornada de clasificación ante Holanda, el primer lugar del Grupo B.
El seleccionado chileno dio el primer golpe en el Maracaná, cerca del minuto 19, cuando Eduardo Vargas aprovechó una desconcentración en la zaga europea. Y el segundo en el minuto 44, por intermedio de Charles Aránguiz, luego de recoger un rechace de Casillas, le pegó con el exterior y le salió un tiro que se cuela por la escuadra haciendo inútil la estirada del cancerbero madrileño.
0 – España: Casillas; Azpilicueta, Javi Martínez, Ramos, Alba; Xabi Alonso (Koke, min. 46), Sergio Busquets, Iniesta; Silva, Diego Costa (Torres, min. 64) y Pedro (Cazorla, min. 76).
2 – Chile: Bravo; Isla, Medel, Jara, Silva, Mena; Vidal (Carmona, min 88), Marcelo Díaz, Aránguiz (Gutiérrez, min. 64); Alexis Sánchez y Vargas (Valdivia, min. 85).
Goles: 0-1. M. 19: Vargas; 0-2. M. 43: Aránguiz;
Árbitro: Mark Geiger (Estados Unidos). Amonestó a Vidal (min. 26), Xabi Alonso (min. 40), Mena (min. 60)
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 2 del grupo B disputado en el estadio Maracaná ante 74.101 espectadores.
PERSONAJES:
Vargas: El monstruo de una auténtica pesadilla. Mordió a una defensa española que languidecía en cada balón que le llegaba. Garra, espíritu y aprovechamiento de cada oportunidad para tumbar a una campeona desconocida.
Aránguiz: Asistente y goleador, demostró la suerte de estar en el momento adecuado en el lugar adecuado. Explotó toda pérdida de concentración de España para ser uno de los hombres del partido.
Koke: Una de las pocas notas no negativas, si es que hay alguna después de un Mundial así, que tuvo España. Gracias a él La Roja pudo sacar algo de orgullo aunque para entonces fuera demasiado tarde.
Diego Costa: Pronto se le acabó el Mundial que debía ser el suyo. Gris en sus dos participaciones, se marcha de Brasil, el país que decidió no defender, sin estrenarse y con malas sensaciones. Una decepción más dentro del gran desastre.
España, contra las cuerdas demasiado pronto, saltó al campo irreconocible, como si nunca hubiera lucido una Copa del Mundo en sus vitrinas. Y enfrente, una selección chilena que se gustaba y recuperaba desde el primer minuto el honor de ser La Roja que esta vez mejor jugaba al fútbol. A base de presión mermaron los de Sampaoli el físico ya de por sí tocado de España y de este modo llegaban para los chilenos las oportunidades más claras de una primer tramo con sensación de incredulidad y ánimos muy distintos en los dos bandos.
Reincidiendo en errores de concentración y juego nada dignos de una campeona del mundo, que provocaban los dos tantos que noqueaban al defensor del título contra todo pronóstico, España otra vez quedó desdibujada antes de tiempo. Poco aparecía Diego Costa, poco Andrés Iniesta y nada o casi nada Pedro o Silva. Y así, solo quedaba esperar un milagro que llegara con alguna ayuda desde el banquillo después de que Chile, que tampoco destacó más allá de la intensidad y la seriedad táctica, viera abiertas las puertas del éxito de par en par.