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Roma. Italia. El papa Francisco hará su próximo viaje en mayo. Visitará Jordania, Palestina e Israel. Y lo hará con el pasaporte argentino que acaba de renovar, donde figura con el nombre de Jorge Mario Bergoglio y aparece con una foto actual, de vestimenta y solideo blancos.

El máximo pontífice, que se ha caracterizado en casi un año por su sencillez y que ha reclamado con vehemencia por el drama global de los inmigrantes, ha decidido que no viajará con el pasaporte del Vaticano, cuya ciudadanía recibió al ser nombrado jefe de la iglesia católica, sino con el de aquel país del “fin del mundo”, como lo describió tras ser designado en ese cargo.
A Bergoglio le se vencía en septiembre próximo el pasaporte de Argentina, donde nació hace 77 años. Entonces se comunicó con el embajador de su país en el Vaticano, Juan Pablo Cafiero, para renovarlo, pero le pidió que el trámite se cumpliera como con cualquier otro ciudadano en el exterior, sin privilegios. «Su Santidad se comunicó con Cafiero y le informó que quería seguir viajando por el mundo con el pasaporte argentino”, contó el Ministerio del Interior del país sudamericano en un comunicado difundido este lunes.
Cafiero no hizo ir a Francisco hasta la sede de la embajada argentina ante Italia, donde, al igual que en otros 48 países, Buenos Aires elabora la documentación de identidad para sus ciudadanos, sino que acudió a la residencia de Santa Martha, donde reside el pontífice, en lugar del palacio apostólico.
Allí le tomó una foto, las huellas dactilares y la firma y en 15 minutos cumplió con el trámite y entonces Bergoglio preguntó: “¿Cuánto debo?”. La renovación del pasaporte cuesta 400 pesos (35,87 euros) y la del documento nacional de identidad, que el Papa también pidió, 35 pesos (3,13 euros). En los próximos días, Bergoglio recibirá sus nuevos documentos en Santa Marta, donde fijó su domicilio ante las autoridades argentinas.
Francisco no es el primer jefe de Estado del Vaticano que opta por viajar con pasaporte de su país de origen. Juan Pablo II viajaba con el de Polonia y por eso en 1979,, un año después de convertirse en Papa, no pudo visitar su país porque el entonces régimen comunista le negó el ingreso. La Santa Sede otorga la nacionalidad a los papas, a los cardenales que viven allí o en Roma, a sus diplomáticos en funciones y a otros funcionarios, publica elpaís.com.
El pasaporte del Vaticano fue usado como herramienta de inmunidad por algunos sacerdotes acusados de abusos sexuales en EE UU.
El Papa, en cambio, ha decidido viajar por el mundo como ciudadano de un país en vías de desarrollo. Irá en agosto próximo a Corea del Sur, después a Filipinas y Sri Lanka, en 2015 a EE UU y en 2016 a Argentina. En varios países, como en EE UU, deberá obtener visa. experiencia del llanto… La ilusión por lo insignificante, por lo provisional, nos lleva hacia la indiferencia hacia los otros, nos lleva a la globalización de la indiferencia”.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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