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Margarita Brito Fco.
Sí, siempre lo he pensado, los periodistas son necesitados, pero en innumerables casos maltratados. Le necesitan pero no le quieren.
Esas personalidades de las diferentes áreas de la sociedad desean que sus actividades sean conocidas, que salgan en la prensa, pero que el periodista que las cubra se vaya inmediatamente de su celebración.
Y no es que en su mayoría quieran quedarse, pero en ocasiones las dificultades del tránsito ameritarían que lo hicieran. Pero no, te invitan a sitios tan lejanos como Punta Cana, (con la nueva autopista el viaje es más rápido), pero no, tienen un autobús preparado para que salgan hacía la capital, a veces después de las 12 de la madrugada.
Esas personalidades tienen poder económico, pero quieren salir en la prensa y no precisamente en un espacio pagado, destacar sus actividades sociales.
Desde que ven una cámara están listas para posar, muchos hasta llaman para que les hagan una fotografía. La mayoría aunque con poder económico no son conocidos por la mayoría de la población, sus voces no hacen opinión pública, no tienen fuerza en la sociedad.
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Son los periodistas los que le sirven de intermediarios para salir del anonimato y hacerse sentir en la sociedad.
Aunque no todos son así, muchos usan a los comunicadores para subir peldaños, como si fueran peldaño de una escalera.
Te despersonifican. Nunca saben tu nombre aunque te hayan visto en múltiples ocasiones, pero ay! si el periodista no sabes quienes son ellos, es una ofensa, aunque tú sólo seas Listín, Hoy o El Nacional, para poner un ejemplo, cuando desean que se les publique una información.
Otros creen que ofreciéndote un brindis, un obsequio, van a lograr que le publiques o te quedes, sin darse cuenta de que es en lo último que un verdadero comunicador piensa. No tiene tiempo para eso, lo único que quiere es conseguir su noticia, hacer su trabajo para irse a su casa.
Pero lo peor es el trato de la seguridad de quien se trate, sea funcionario público o privado, te empujan, te maltratan, te hablan mal.
Algunos periodistas creen que esas personas son amigas, se confunden, no lo son. Ellos sólo son un medio para lograr un fin.
Estas personas invitan a actividades y luego en muchos casos, te impiden entrar y si te dejan no hay sitio donde puedas hacer tu trabajo.
Algunos, en casos de polos turísticos alejados de la capital, te invitan o invitan al medio que te envía a su actividad en horas de la noche, para retornar en la madrugada, sólo les interesa su actividad, no la seguridad de los periodistas invitados.
Pero cuando han logrado su objetivo de ser conocidos en la sociedad, que sus voces se oyen como figura pública, ni te conocen. Y no es que importe, pero como que deja una interrogante de pensar: y éste? , cuándo coincides con alguien de quien en su momento fuiste un canal para se expresara en diversas oportunidades y te mira como si no estuvieras ahí y fueras transparente.
En fin, que lamentablemente en este medio hay mucha falsedad, mucha gente que muestra una cara cuando te necesita y otra cuando ya no le eres útil.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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