Santo Domingo.- El Director de la Academia Humanista, José Gómez Cerda, exhortó hoy a la población, en especial a los laicos y jóvenes, al estudio de las ideas políticas y sociales, como forma de elevar el nivel de la conciencia crítica, de la situación actual, para superar la etapa de crisis de valores que sufre la población dominicana, en una entrevista a un programa de radio en Santiago.
El conocimiento de las ideas políticas y sociales, especialmente los modelos que han generado cambios profundos en las sociedades, es un método que debe aplicarse, para que la población discuta ideas, y abandonemos las improvisaciones; y evitar el debate destructivo que aqueja a la sociedad.
Las ideas políticas, y sus pioneros, como Sócrates, Platón y Aristóteles, aquellos que explicaron modelos de nuevas sociedades como San Agustín, Tomás Moro y otros; los que plantearon realidades como Maquiavelo, las revoluciones industrial y la francesa; así como las internacionales políticas, las ideas del comunismo, el socialismo, el nazismo y fascismo, y otras ideas, deben ser estudiadas, analizadas e interpretadas, para que las discusiones sean basadas en principios , valores y ética en lo político, económico y social.
José Gómez Cerda, director de la Academia Humanista, dijo que la doctrina social cristiana, como enseñanza, y su aplicación en lo social, debe estudiarse, para conocer las aportaciones que han hecho laicos y religiosos, para sustentar modelo de sociedad, como los aportes que hace el humanismo integral para la sociedad actual.
El conocimiento de las encíclicas sociales, las ideas de laicos como Federico Ozanam, Jacques Maritain, Emmanuel Mounier, y otros, nos dará los elementos necesarios para que nos incorporemos al conocimiento de una doctrina que ha sido eficaz en lo político, económico y social.
El cúmulo de conocimientos que se enseña en las escuelas tradicionales no es capaz de formar para el trabajo eficaz. Los jóvenes que dejan las escuelas no tienen la capacidad suficiente para superarse en la sociedad, lo que demuestra que la educación tradicional no responde a las necesidades, aspiraciones y realidades de los trabajadores.
Gómez Cerda señaló que la educación permanente debe iniciarse en conocer la inteligencia humana, incorporándonos a entender todo lo nuevo y eficaz de la ciencia y la técnica y la cultura, para nuestra educación, en un proceso constante y permanente.