El reconocido abogado criminalista Ramón M. Negrón Colón, exrepresentante legal del notorio convicto narcotraficante José David Figueroa Agosto, mejor conocido como Junior Cápsula, fue arrestado ayer por agentes de la Oficina de Seguridad Interna del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE-HSI) tras ser acusado de lavado de dinero.
Fuentes de El Nuevo Día revelaron que el pasado viernes Figueroa Agosto testificó ante un gran jurado en el Tribunal Federal y tras sus declaraciones se emitió un pliego acusatorio sellado contra Negrón Colón que consta de dos cargos de lavado de dinero. Las fuentes de este diario precisaron que la acusación sostiene que Negrón Colón presuntamente recibía dinero del narcotráfico de Figueroa Agosto para lavarlo y ponerlo en el mercado legal. Asimismo la acusación alega que Negrón Colón recibía dinero de Figueroa Agosto y supuestamente el licenciado lo utilizaba para pagarle sobornos a personas que testificarían a favor del convicto capo en su pedido de nuevo juicio por un asesinato del que resultó convicto en el foro estatal en el 1995. Arrestado en su casa Ayer, cerca de las 4:30 p.m. agentes de ICE-HSI arrestaron a Negrón Colón en su residencia en Bayamón y fue ingresado anoche al Centro Metropolitano de Detención (MDC) en espera por su vista de comparecencia inicial que se efectuará hoy en el Tribunal Federal. La Fiscalía Federal dará los detalles del arresto y acusación sellada que emitió un gran jurado en contra del reconocido abogado criminalista hoy a las 10:00 a.m. Junto a Negrón Colón el gran jurado acusó también a Willie Barreto, una persona identificada como alguien que tiene contactos en diversos sectores del país. Barrero fue arrestado ayer por agentes de ICE-HSI en Hato Rey. El arresto y acusación ayer del reconocido abogado criminalista en Bayamón, quien también representa a Jenaro Camacho, sospechoso del asesinato del niño Lorenzo González Cacho, forma parte de la extensa cooperación que ha brindado el convicto capo Junior Cápsula acerca de los que fueron sus socios en el narcotráfico. En marzo de 2012 este diario reportó que Junior Cápsula cooperaba con la Fiscalía Federal en investigaciones contra los que lo ayudaron durante los diez años que vivió en el clandestinaje y sobre todo las personas que fueron clave para erigir su imperio de narcotráfico en República Dominicana. Para esa misma fecha, el llamado “Pablo Escobar del Caribe”, quien actualmente tiene 48 años, aceptó su culpa por cuatro cargos de narcotráfico ante el juez federal Juan M. Pérez Giménez a cambio de una sentencia federal que fluctuaría entre 30 años hasta cadena perpetua. Específicamente Figueroa Agosto aceptó haber conspirado desde el 2005 hasta julio de 2010 para importar kilos de cocaína desde República Dominicana a territorio estadounidense. Asimismo, admitió culpa por haber conspirado para la misma fecha para poseer con intención de distribuir cocaína y por realizar transacciones financieras que interfieren el comercio interestatal. Sobornos infructuosos Durante el verano de 2011 Figueroa Agosto, a través de Negrón Colón, inició en el foro estatal una solicitud de nuevo juicio en el caso por el asesinato de Arnaldo Martínez, mejor conocido como “Nandy El Gruero” por el que resultó culpable y había sido sentenciado el 13 de septiembre del 1995 a 209 años de prisión. La notoriedad como criminal de Junior Cápsula comenzó cuando se fugó de la cárcel en que cumplía esa condena de la manera menos espectacular imaginable: un mensajero llegó la cárcel Oso Blanco en Río Piedras con una orden de excarcelación falsa y los carceleros lo dejaron salir por la puerta principal como cualquier hijo de vecino. Tras esa fuga, Figueroa Agosto se radicó en Santo Domingo, donde erigió su poderoso imperio de narcotráfico. Fue enjuiciado otra vez por el aseinato de “Nandy el Gruero”, pero sin éxito. Tras escuchar a varios testigos el juez Harry Massanet Pastrana emitió su fallo el 24 de mayo de 2011 y determinó que la solicitud de nuevo juicio que realizó Figueroa Agosto no procedía por lo que le aguardan 200 años de prisión en Puerto Rico cuando cumpla su sentencia federal. Fuente Limarys Suárez Torres / El Nuevo Día