Silvia Montes JorgeSilvia Montes Jorge
Silvia Montes Jorge
Silvia Montes Jorge

Leer, armar rompecabezas, resolver crucigramas, jugar barajas, dominó, bordar, tejer o jugar Soduku, son algunas de las herramientas que todos tenemos al alcance de la mano para prevenir la pérdida de memoria, sobre todo si pasamos de los 60 años de edad, número reconocido como el inicio de la tercera edad en países denominados del tercer mundo. También está la aceptación, es decir, reconocer los cambios mentales sin atribuírselos a la edad y tomar las medidas adecuadas. Y es que el cerebro en general es moldeable, se entrena al igual que el cuerpo. Asimismo como vamos al gimnasio a fortalecer, rebajar y aumentar de peso, la mente también se entrena y necesita de la misma constancia y dedicación. Así lo explica la gerontóloga Silvia Montes Jorge, copropietaria, del Centro de Evaluación  Integral para la Tercera Edad, CEITE, que opera en el Centro de Medicina Avanzada Dr. Abel González, quien acaba de poner en circulación el libro “Ejercita tu mente”, un cuaderno de actividades para mantener y mejorar la capacidad cognitiva del individuo, en especial de los envejecientes, con 100 ejercicios de memoria, atención, lenguaje, razonamiento, cálculo y orientación, e inicia con un grado de dificultad mínimo y luego va en aumento. Su motivación principal “siempre han sido mis pacientes y mi atria, el poder dejar un legado, comenzamos con esta pequeña semillita, esperando que de sus frutos. Desde niña siempre admiré y amé la población de los adultos mayores, no sólo por su fuente de sabiduría sino por mis abuelos,  personas especiales, únicas y divinas que Dios me dio,  aprendí de ellos muchas cosas que influyeron bastante en lo que hoy soy, en mi vocación de servicio y mi amor a los envejecientes”, explica Montes Jorge. “Ejercita tu mente” es el primer libro de este tipo en nuestro país y es un manual de ejercicios prácticos de fácil y entretenido uso, para todo público, jóvenes, adultos y envecientes que quieran ejercitar su cerebro. También están las técnicas para tener una mejor calidad de vida durante el envejecimiento son: tener una dieta saludable y rica en frutas, vegetales, pescado, entre otras fuentes de proteínas, socializar, visitar amigos, vecinos, familiares, ir a la iglesia y alimentar el espíritu; hacer ejercicio físico adecuado a sus necesidades; mantener una buena relación y comunicación con sus hijos o su red de apoyo inmediata, evitar quejarse;  aprender cosas nuevas; escuchar la radio o ver la televisión para mantenerse al día con las cosas que pasan en su entorno y en el mundo, evitando la postración y “recordar siempre que envejecer es una actitud, sea positivo”, enfatiza la gerontóloga Montes Jorge. La especialista recomienda hacer la primera visita al gerontólogo a los 60 años, como una manera de prevenir, aunque lamenta que en nuestro país no tenemos este hábito y las personas acuden de 73 años en adelante como promedio. En la consulta tratan también a los cuidadores, familiares y enfermeras, ofreciéndoles entrenamientos guiados y personalizados y tratando el síndrome de sobrecarga del cuidador. Enfatiza en que el éxito de un tratamiento para un envejeciente depende de varios factores, primero de su chequeo cada seis meses. “Esto es sencillo, mientras más a tiempo se toma una enfermedad más amplio será el abanico de opciones para tratarla y después de seguir al pie de la letra los tratamientos farmacólogicos y no farmacológicos”.   Síntomas de pérdida de memoria   Problemas de la memoria que NO son parte normal del envejecimiento

  1. Olvidarse de las cosas con mucha más frecuencia de lo que solía
  2. Olvidarse de cómo hacer cosas que usted ha hecho muchas veces antes
  3. Dificultad para aprender cosas nuevas
  4. Repetir frases o historias en la misma conversación
  5. Dificultad para tomar decisiones  o para manejar dinero
  6. No ser capaz de estar al tanto de lo que ocurre cada día

Problemas de la memoria propios de un envejecimiento patológico o causadas por una enfermedad

  1. Olvidar donde dejó un objeto previamente conocido
  2. Perderse en lugares conocidos
  3. Repetir las mismas frases, preguntas o historias en la misma

conversación

  1. Olvidarse cómo hacer actividades de rutina (ej.: abotonar una camisa, cepillarse los dientes, etc.)
  2. Colocar objetos en lugares inusuales (ej.: poner el cepillo de dientes en la nevera)
  3. Confundirse acerca de en qué día de la semana, mes o año estamos.
  4. Dificultad en manejar dinero
  5. Olvidar tomar los medicamentos
  6. Olvidar cómo hacer las actividades básicas de la vida diaria o comunes (bañarse, vestirse, peinarse, apagar una plancha, etc.)

 

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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