Julian Assange
Julian Assange

Ecuador. El Gobierno ecuatoriano concedió este jueves «asilo diplomático» (albergar y proteger a una persona por motivos políticos en una misión diplomática) al fundador de Wikileaks Julian Assange, en una decisión que supone un desafío al Reino Unido y Estados Unidos. 

 

El ministro de Exteriores, Ricardo Patiño, dijo en conferencia de prensa en Quito, los once motivos por los que su Gobierno ha aceptado la petición del ‘exhacker’ australiano, que lleva casi dos meses refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres. Ecuador considera que Assange puede ser víctima de una persecución política por su trabajo como activista de la “libertad de expresión”.

El fundador de Wikileaks ha calificado la decisión de «victoria importante» y su abogado defensor, el ex juez español Baltasar Garzón, aseguró que tenía la intención de pedir un salvoconducto a las autoridades británicas. Sin embargo, el ministro de Exteriores del Reino Unido, William Hague, se mostró contundente el jueves por la tarde y aseguró que su país no iba a permitir la salida del prófugo.

Ecuador le ha concedido asilo diplomático, una figura jurídica que no corresponde exactamente con el asilo político de la legislación internacional, ya que obliga a la concesión de un salvoconducto para aquellos asilados en una legación diplomática puedan abandonar el país.

El exjuez Baltasar Garzón ha insistido en que Reino Unido está obligado a conceder un salvaconducto a su cliente para salir del país.

El australiano, que a finales de 2010 lideró la difusión masiva de cables secretos del Departamento de Estado de EEUU a través de cinco medios,  es reclamado por Suecia, que le quiere interrogar por varias denuncias de delitos sexuales. Assange teme que, si es entregado a Suecia, esta le envíe a Estados Unidos. Washington no le acusa por el momento de ningún delito ni ha pedido su extradición.

Claes Borgström, abogado las dos mujeres suecas que denunciaron al australiano, considera incomprensible que Assange haya obtenido el asilo por parte de Ecuador –que atribuye a «motivaciones políticas»– y ha deplorado que el exhacker haya conseguido que solo se hable de wikileaks y su posible extradición cuando se le está reclamando por un posible delito sexual. «Todo esto es repugnante para mis clientes que llevan dos años siendo consideradas unas conspiradoras», ha añadido.

El canciller ecuatoriano afirmó que, si Assange fuera extraditado a Estados Unidos, «no tendría un juicio justo» y podría ser juzgado por tribunales especiales o militares.  «No es inverosímil que se le aplique un trato cruel y degradante», ha añadido Patiño.

El conflicto diplomático en torno a Assangellegò a su climax el miércoles tras la amenaza de Reino Unido de entrar en la sede diplomática ecuatoriana si Assange no era entregado. Ecuador sostiene que sería un «acto hostil e intolerable» y una violación a su soberanía. Londres ha insistido en que la concesión del asilo «no cambia nada» en cuanto a su «obligación legal» de entregar al australiano a Suecia.

El comunicado del Foreign Office explica: «Bajo nuestra legislación y tras haber agotado el señor Assange todas las posibilidades de apelación, las autoridades británicas tienen la obligación de extraditarlo a Suecia. Debemos cumplir con esa obligación y, por supuesto así intentaremos hacerlo».

El Gobierno sueco ha llamado a consultas al embajador ecuatoriano en Estocolmo. El ministro de Exteriores sueco, Carl Bidlt, ha insistido en su Twitter en que el «sistema legal [sueco] es firme y constitucional y garantiza los derechos de todos y cada uno. Rechazamos con firmeza las acusaciones de lo contrario». Bildt ha ironizado sobre la mermada libertad de prensa en Ecuador.

El Gobierno de Reino Unido recalca que quiere una una solución negociada, pero ha recordado que llegado el caso, podría ampararse en una ley británica que le permite revocar el estatus diplomático de una embajada, lo que daría vía libre a la policía para entrar en la legación y detener a Assange. «Bajo la ley británica podemos notificarles con una semana de anticipación antes de entrar en la sede y la embajada ya no tendrá protección diplomática», ha afirmado un portavoz del Foreign Office. Revocar la inmunidad democrática

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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