Un equipo de  científicos trabaja en la creaciòn de un un ejército de ciberinsectos, con el objetivo es encontrar la manera de obtener energía de los insectos para pasarla a los sensores y otros equipos enganchados a sus cuerpos.

Una de las finalidades que podrían tener estos insectos es usarlos en operaciones de búsqueda y rescate y de vigilancia.

Los ingenieros de la Universidad de Michigan publicaron su estudio en el Journal of Micromechanics and Microengineering, indica un informe de la BBC Mundo.
Según el documento, pese a que hay mayores avances en la tecnología de los microvehículos aéreos, nadie ha sido capaz de conjugar su aerodinámica con la capacidad de maniobrar de los insectos.

Sin embargo, se cree que si a los insectos se les equipa con mecanismos de control y kits adicionales, el equipo requeriría una fuente de energía adicional.

El equipo rechazó que esto se haga mediante paneles solares en miniatura porque dependerían de la luz disponible, así que decidieron desarrollar un colector vibrador de energía.

Un equipo de  científicos trabaja en la creaciòn de un un ejército de ciberinsectos, con el objetivo es encontrar la manera de obtener energía de los insectos para pasarla a los sensores y otros equipos enganchados a sus cuerpos.

Una de las finalidades que podrían tener estos insectos es usarlos en operaciones de búsqueda y rescate y de vigilancia.

Los ingenieros de la Universidad de Michigan publicaron su estudio en el Journal of Micromechanics and Microengineering, indica un informe de la BBC Mundo.
Según el documento, pese a que hay mayores avances en la tecnología de los microvehículos aéreos, nadie ha sido capaz de conjugar su aerodinámica con la capacidad de maniobrar de los insectos.

Sin embargo, se cree que si a los insectos se les equipa con mecanismos de control y kits adicionales, el equipo requeriría una fuente de energía adicional.

El equipo rechazó que esto se haga mediante paneles solares en miniatura porque dependerían de la luz disponible, así que decidieron desarrollar un colector vibrador de energía.

El artefacto resultante consiste en un diminuto generador de energía con tres capas. Las dos capas externas están hechas de PZT-5H, una sustancia cerámica que produce una carga eléctrica cuando se le aplica una tensión mecánica, mientras que la capa interna, de latón, sirve para reforzarlo.

Los investigadores, que emplearon escarabajos verdes para el estudio, trataron de determinar cuál era el mejor lugar para colocar el aparato y llegaron a la conclusión de que las alas eran la parte óptima para usar como fuente de energía.

Sin embargo, las alas membranosas de estos insectos no son lo suficientemente rígidas ni fuertes para sostener el aparato y también les haría menos aerodinámicos. Por ello, los científicos decidieron colocarlo en el músculo del ala del animal.

Finalmente, los científicos decidieron implantar dos colectores de energía en forma de espiral a ambos lados deltóraxde cada escarabajo.

El final de cada espiral se prolonga hasta alcanzar la parte endurecida del cuerpo del insecto cercana a la base del ala donde puede colectar energía. Ambos aparatos pesan menos de 0.2 gramos y generan 45 microvatios de energía durante su vuelo.

Los investigadores sugirieron que los aparatos podrían finalmente convertirse en la fuente de energía de un «ejército» de ciberinsectos con implantes de electrodos neurales, equipos de comunicación, micrófonos y otros sensores.

El equipo propuso además que los insectos podrían llevar los equipos en minúsculas «mochilas» y así  podrían ser soltados en lugares peligrosos y de difícil acceso, como por ejemplo, después de un accidente o un terremoto.

La información que recolectasen les serviría a los equipos de emergencia para preparar una respuesta adecuada.

Las dos capas externas están hechas de PZT-5H, una sustancia cerámica que produce una carga eléctrica cuando se le aplica una tensión mecánica, mientras que la capa interna, de latón, sirve para reforzarlo.

Los investigadores, que emplearon escarabajos verdes para el estudio, trataron de determinar cuál era el mejor lugar para colocar el aparato y llegaron a la conclusión de que las alas eran la parte óptima para usar como fuente de energía.

Sin embargo, las alas membranosas de estos insectos no son lo suficientemente rígidas ni fuertes para sostener el aparato y también les haría menos aerodinámicos. Por ello, los científicos decidieron colocarlo en el músculo del ala del animal.

Finalmente, los científicos decidieron implantar dos colectores de energía en forma de espiral a ambos lados deltóraxde cada escarabajo.

El final de cada espiral se prolonga hasta alcanzar la parte endurecida del cuerpo del insecto cercana a la base del ala donde puede colectar energía. Ambos aparatos pesan menos de 0.2 gramos y generan 45 microvatios de energía durante su vuelo.

Los investigadores sugirieron que los aparatos podrían finalmente convertirse en la fuente de energía de un «ejército» de ciberinsectos con implantes de electrodos neurales, equipos de comunicación, micrófonos y otros sensores.

El equipo propuso además que los insectos podrían llevar los equipos en minúsculas «mochilas» y así  podrían ser soltados en lugares peligrosos y de difícil acceso, como por ejemplo, después de un accidente o un terremoto.

La información que recolectasen les serviría a los equipos de emergencia para preparar una respuesta adecuada.

Este invento abriría paso a una

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