Lyon, Francia.-
Si se encuentra de viaje por la ciudad de Lyon o piensa ir por esta hermosa urbe, el parque Tête d’Or es un lugar que no debe dejar de visitar.
Situado a orillas del rio Rhone, Tête d’Or o Cabeza de Oro, es uno de los parques urbanos más grandes de Francia, con una extensión de 105 hectáreas.
Este hermoso parque, sitio habitual de reuniones familiares y de amigos, debe su nombre a una leyenda que dice que hay enterrada una escultura en oro de la cabeza de Cristo, en el fondo del lago.
Tête d’Or fue construido en 1856, por la iniciativa del senador y alcalde de la época, Claude Mariuss Vaisse. Se necesitaron cinco años de trabajo para terminar la obra que contó con labores de paisajismo realizados por los suizos Eugene y Denis Bülher.
Existen siete puertas de acceso al parque, siendo una de las más destacadas la de Los niños de Rhone (la porte des enfants du Rhone), desde la cual se tiene una vista central del lago de 16 hectáreas que es una de sus principales atracciones.
La belleza de la zona es impresionable, los visitantes quedan extasiados con la vista panorámica, que hace que la gente se relaje y piense en la maravillosa naturaleza y de la obra de Dios.
Los amplios jardines de cesped verde, con árboles que hacen rememorar siglos pasados y aire romántico, que hacen resaltar el bosque de árboles centenarios. Tête d’Or cuenta con un zoológico, un jardín botánico, velódromo.
Está abierto al público y su entrada es gratuita.