¿Podría cambiar, por tanto, su pronóstico de aquí a noviembre? Rotundamente no, afirma, pues las claves no son aspectos que se modifiquen “de la noche a la mañana”.

A sus 77 años, Lichtman afirma que todavía sigue sintiendo “mariposas en el estómago” tras cada elección. “No sé cuánto más podré hacerlo, pero ya tengo seguidores que me han dicho que formarán un comité para ocuparse de las llaves cuando ya no pueda”.