SANTO DOMINGO, RD.- Tras su renuncia del departamento de Comunicaciones, del Ministerio de la Mujer, donde laboró por más de un año, la periodista Siddy Roque advierte la necesidad de que se de un trato dentro de un marco de respeto a los profesionales en general, entre ellos los comunicadores.
La comunicadora explicó que el día que renunció por el trato vejatorio de la encargada del departamento, Carolina Acuña, sufrió un alza de la presión arterial y un bajón de azúcar, lo que le hizo darse cuenta que de continuar laborando en esas circunstancias podría hasta morir fruto de un ataque cardíaco.
Narró que esa semana le correspondía hacer la síntesis informativa de los diferentes medios locales e internacionales, la cual la funcionaria exigía que a las 7:00 de la mañana estuviera en su escritorio, lo que obligaba al periodista de turno a trabajar en su casa desde la madrugada y luego continuar en la oficina.
No obstante, ademas de cubrir el servicio que se le asignara en la calle, debía presentar dos síntesis mas, una a las 2:00 de la tarde y otra a las 7:00 de la noche, a pesar de que el horario es de 8:00 de la mañana a 4:00 de la tarde.
«Ella quería que trabajáramos de lunes a lunes sin descanso», dijo Siddy Roque, quien preciso no obstante, que siempre recibió un buen trato de la ministra de la Mujer, Mayra Jiménez, aunque lamenta que no se le llamara para dar su versión de lo ocurrido, y que por lo menos esperaba que se le preguntara.
«Yo era una simple periodista, pero creo que como profesional merecía respeto», sostuvo, agregando que trabajar en ese departamento era muy difícil por la desconsideración al personal. «Yo fui la voz de los que no pueden hablar», dijo Siddy en entrevista telefónica.
Siddy Roque, con una labor profesional de más de 30 años en los medios de comunicación, así como en empresas privadas es actualmente presidenta del Tribunal Disciplinario del Colegio Dominicano de Periodistas.
Ha trabajado con importantes y brillantes periodistas entre los que cita a Don Rafael Herrera, Rafael Molina Morillo, Francisco Comarazamy, Carmenchu Brusiloff, Mirka Morales, y doña Virginia Arredondo y otras tantas figuras, quienes la han tratado con el mayor respeto y consideración.