El Salvador – Con la presencia del dirigente del PEM Tony Peña,  la Universidad de El Salvador inauguró la Plaza de la Revolución Dominicana, en un acto que rindió tributo a tres pilares de la historia dominicana: Francisco Alberto Caamaño DeñóFernández Domínguez, y José Francisco Peña Gómez.

 

El evento, cargado de simbolismo, contó con la participación de autoridades universitarias salvadoreñas y delegaciones diplomáticas de países como República Dominicana, Rusia, Costa Rica y Honduras.

 

Este reconocimiento internacional consolida la memoria de estas figuras trascendentales, defensores incansables de la libertad y la democracia.

La ceremonia trascendió el mero acto conmemorativo, convirtiéndose en un testimonio de los profundos lazos ideológicos y democráticos que unen a ambas naciones. La develación de los bustos no solo evoca la memoria de estos líderes, sino que subraya la confluencia de ideales revolucionarios y la persistente búsqueda de justicia y dignidad que caracterizó sus trayectorias. El gesto de reconocimiento y hermandad fue profundamente agradecido en nombre de las familias de los homenajeados y del pueblo dominicano.

 

Autoridades académicas salvadoreñas destacaron: “El pueblo salvadoreño reconoce el legado de lucha, dignidad y justicia de estos líderes dominicanos”, enfatizando la pertinencia de sus ideales en el contexto latinoamericano actual.

 

Esta iniciativa, que establece un «puente de unidad latinoamericana» desde Santo Domingo hasta San Salvador, reafirma la memoria histórica como un activo fundamental en la construcción de identidades y lazos internacionales. Este homenaje en El Salvador no solo exalta la figura de Caamaño, Fernández Domínguez y Peña Gómez, sino que también proyecta su influencia más allá de las fronteras dominicanas, solidificando su estatus como referentes de la lucha por la autodeterminación y la democracia en la región.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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