El regreso de los astronautas fue posible luego de una compleja rotación de tripulación, que incluyó el envío de nuevos astronautas con la misión Crew-10 y una serie de preparativos técnicos.
La prolongada permanencia en el espacio de Wilmore y Williams fue consecuencia directa de los fallos sufridos por la cápsula Starliner de Boeing, la nave con la que habían viajado originalmente y que debió retornar a la Tierra sin tripulación.
Cuando Wilmore y Williams despegaron el 5 de junio de 2024 desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, en Florida, como parte de la misión Crew-9. Su objetivo era simple: evaluar la operatividad de la cápsula Starliner en un vuelo de prueba de ocho días.
Esto era parte de la fase final de la Boeing Crew Flight Test (CFT), diseñada para evaluar aspectos clave de la nave, como los sistemas de lanzamiento, la funcionalidad de los propulsores, la capacidad de acoplarse a la EEI y el regreso a la Tierra con astronautas a bordo.
Esta misión representaba el primer vuelo tripulado de Starliner, en un esfuerzo por certificarla para futuras misiones de rotación de tripulaciones La cápsula debía acoplarse a la EEI, realizar las tareas planificadas y regresar a la Tierra luego del tiempo estipulado con un aterrizaje asistido por paracaídas y bolsas de aire, lo que, a largo plazo, le permitiría a Boeing entrar en competencia con SpaceX para ofrecer una segunda opción de transporte hacia la estación espacial.
Sin embargo, lo que comenzó como un viaje rutinario se convirtió en una de las misiones más accidentadas de la NASA.