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Seguidores del expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, invadieron este domingo áreas del Congreso Nacional y del Supremo Tribunal Federal en la capital del país, Brasilia.

El presidente  Lula da Silva califica lo sucedido de «barbarie».bbcmundo.com y elmundo.com

elmundo.es- afp

Una parte intentó también accedió al Palacio del Planalto, sede del Ejecutivo brasileño.

Los partidarios de Bolsonaro piden una intervención militar y la renuncia de Luiz Inácio Lula da Silva, más conocido como Lula, quien derrotó a su rival de extrema derecha en las elecciones de octubre.

El presidente anunció durante una rueda de prensa en Sao Paulo -donde se encuentra en viaje oficial- la intervención federal de Brasilia para «garantizar la seguridad pública» y dijo que lo sucedido este domingo «no tiene precedentes en la historia del país».

También ordenó el cierre del centro de la capital, incluida la avenida principal donde se encuentran los edificios administrativos y gubernamentales, durante 24 horas.

A dos años de la invasión de manifestantes trumpistas al Congreso de los Estados Unidos, Brasil sorprendió este domingo con una versión recargada de aquel ataque a la democracia: miles de bolsonaristas extremos tomaron las sedes del Congreso, del Supremo Tribunal Federal (STF) y del mismísimo Palacio del Planalto, el edificio desde el que se gobierna el país.

«Lo que está sucediendo, claramente, es un intento de golpe de Estado», dijo la señal de noticias G1 mientras mostraba imágenes de cientos de personas vestidas de amarillo y verde, los colores de la bandera brasileña, irrumpiendo en las sedes de los tres poderes y vandalizando su interior (los edificio se encuentran a muy poca distancia, todos ellos en la denominada Explanada de los Ministerios).

«Esto es histórico, lamentable e inconcebible, pero hasta cierto punto previsible. Es un ataque a la democracia», añadió G1 mientras se desarrollaba el ataque que busca desestabilizar al gobierno de Luis Inácio Lula da Silva, asumido el 1 de enero tras cuatro años de Jair Bolsonaro en el poder.

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«La respuesta va a ser dura, como corresponde», dijo a EL MUNDO una alta fuente de Itamaraty, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva firmó un decreto declarando una intervención federal en Brasilia e invocando poderes especiales para restaurar la ley y el orden en la capital: «Descubriremos quiénes son estos vándalos y serán castigados con toda la fuerza de la ley«, dijo Lula desde la ciudad de Araraquara, en el estado de Sao Paulo, a donde había viajado para analizar los daños provocados por las fuertes lluvias en la región.

Según «Folha de São Paulo», el gobierno analizó «implicar a los militares, con el decreto de una operación de Garantía del Orden Público, prevista en la Constitución».

Según las últimas informaciones, las fuerzas de seguridad recuperaron finalmente el control de las sedes del Congreso, la Presidencia del Gobierno y el Tribunal Supremo.

Los principales altos cargos del gobierno se concentraron en la sede del Ministerio de Justicia para analizar la situación. Gleisi Hoffmann, presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece Lula, culpó al gobernador del Distrito Federal de Brasilia, Ibaneis Rocha, del Movimiento Democrático Brasileño (MDB).

El gobierno de Brasilia está a cargo de la seguridad de los edificios que albergan a los tres poderes. Según Hoffmann, Rocha no cumplió con sus obligaciones. El gobernador del DF tomó medidas tras las catastróficas imágenes de la invasión a las sedes del poder político del país y eyectó del cargo de Secretario de Seguridad a Anderson Torres, que había sido ministro de Justicia de Bolsonaro hasta el 31 de diciembre.

Las imágenes de la toma de la Plaza de los Tres Poderes en pleno descanso estival de un domingo de inicios del año sacudieron a los brasileños, aunque no necesariamente al poder político en Brasilia.

Como revela «Folha de São Paulo», el sábado previo, «la Secretaría de Policía del Senado Federal contactó con la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal para solicitar refuerzo policial en los alrededores del Parlamento», basándose en informaciones de que grupos bolsonaristas y golpistas, que acampaban desde hacía semanas frente al Cuartel General del Ejército, «preparaban una invasión». El periódico asegura que el gobierno del Distrito Federal de Brasilia ignoró la petición.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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