JOE MILNES

Una mujer escocesa que descubrió que podía detectar el Parkinson con su olfato ha inspirado a los científicos a desarrollar una prueba recogiendo muestras con un hisopo que podría usarse para diagnosticarlo.Bbcmundo.com

Un grupo de investigadores de Manchester aseguran que han creado un nuevo método que puede detectar la enfermedad en tres minutos.

Pero antes de que la prueba de diagnóstico pueda ser utilizada en clínicas o por médicos de cabecera, se requerirán más estudios para validar los hallazgos.

El trabajo científico se inspiró en Joy Milne, una enfermera jubilada de Perth, una ciudad en el centro de Escocia, en Reino Unido.

La enfermera y su esposo

La mujer de 72 años supo que su esposo Les padecía de Parkinson más de 12 años antes de que le diagnosticaran la enfermedad.

Joy había notado un cambio en el olor de su esposo.

«Tenía un olor a humedad bastante desagradable, especialmente alrededor de los hombros y la parte posterior del cuello, y su piel definitivamente había cambiado», detalló.

95% de precisión

Ella sólo se dio cuenta del vínculo entre el olor y la enfermedad después de que diagnosticaron a Les y conocieron a personas que tenían el mismo olor en un grupo de apoyo para pacientes con Parkinson en Reino Unido.

Les murió en junio de 2015.

Ahora, un equipo de la Universidad de Manchester, en colaboración con Joy, ha desarrollado una prueba simple de frote de piel que, según afirman, tiene una precisión del 95% en condiciones de laboratorio detectando si las personas tienen Parkinson.

Los investigadores analizaron el sebo, la sustancia aceitosa de la piel, recolectado con un hisopo de algodón en la espalda de los pacientes, un área que suele lavarse con menos frecuencia.

Usando espectrometría de masas, compararon a 79 personas con Parkinson con un grupo de control de 71 personas que no tenían la enfermedad.

La investigación encontró más de 4.000 compuestos únicos en las muestras, de los cuales 500 eran diferentes entre las personas con Parkinson y el grupo que no tenía la enfermedad.

El estudio fue publicado por en el Journal of the American Chemical Society.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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