Luis Carlos, hijo de Luis XVI de Francia y María Antonieta
Cuando el rey Luis XVI de Francia y su esposa la reina Maria Antonieta fueron decapitados en 1793 en el apogeo de la Revolución Francesa, no se imaginaban el destino que le deparaba a uno de sus descendientes.
Poco antes de ser guillotinada como su esposo, María Antonieta fue abruptamente separada de su hijo Luis Carlos, Delfín de Francia.bbcmundo.com
Para algunos, Luis Carlos era el heredero real, el último hijo varón que le quedaban a los desafortunados monarcas.
Fue así como el Delfín pasó a llamarse Luis XVII para algunos.
Pero la convulsionada Francia de finales del siglo XVIII era el último lugar donde un rey hubiese querido estar. La monarquía había sido abolida para dar paso oficialmente a una república en septiembre de 1792.
Eso invalidaba los planes de María Antonieta, quien pese a su desdicha ansiaba que su hijo gobernase el país algún día.
Pero para los revolucionarios, un posible heredero real significaba una amenaza que podía echar por la borda todos los planes de la revolución.
Así que el Delfín fue encerrado en la Torre del Templo, una fortaleza medieval que funcionó como prisión de la familia real en sus últimos días.
Se dice que Luis Carlos sufrió enormemente en la prisión, donde tenía poco o ningún contacto con otras personas.
También fue sometido a situaciones de crueldad indescriptibles.
Hubo rumores que decían que sus cuidadores lo obligaban a beber alcohol, decir obscenidades y cantar La Marsellesa.
Pero otros rumores, aun más inverosímiles, decían que alguien había logrado colarse en la prisión, pasar desapercibido por entre más de un centenar de guardias, cambiar al príncipe por otro niño, y escapar con Luis Carlos.
Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita.
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