Por la Dra. Marcia Castillo Moya, neuróloga Medicina Interna Santo Domingo República Dominicana

 

“Y es que después del covid no he vuelto a sentirme el mismo” . Esta  expresión se ha vuelto una queja constante en nuestras consultas, una molestia con un patrón increscendo y que se  manifiesta una vez sobrepasada  la  fase aguda de la infección por Sarcov-2 sobre todo en aquellos casos más sintomáticos expresándose con secuelas múltiples dentro de ellas las mas limitantes son la fatiga constante que merma la autonomía de la persona, mialgias generalizadas y problemas en la esfera superior demarcadas dentro de   un espectro que va desde problemas atencionales, perceptivos, cambios anímicos, apatía y  trastornos del sueño. 

¿Es la primera ocasión que un proceso postviral se erige como una enfermedad per se? y  aquí  nos  precisamente nos  tocar  hablar del Síndrome de fatiga crónica o Encefalitis mialgica SFC/EMM afección documentada desde hace décadas, que aunque no está del todo diáfana su vinculo al  Espectro de Long COVID (nomenclatura  acuñada para las secuelas  crónicas postcovid que abarca una tinglado de manifestaciones que exceden a las  complicaciones post aguda del SAR-COV2) tanto en medline como en la revista Cochrane han iniciado el bombardeo de información  que supedita el coronavirus al SFC.

 

La Encefalitis Mialgica o síndrome de fatiga  crónica es una enfermedad  compleja multisitemica asociada a una variedad de síntomas constitucionales y neurocognitivos, su prevalencia en la mayoría de los estudios pre pandemia era 0.17–0.89% en la población general siendo más proclive el sexo femenino   y relacionándose a comorbilidades psiquiátricas, enfermedades autoinmunes  pero sobre todo a un gatillo fundamental que es la  infección viral (EBV, HV, CMV etc.) detonando la aparición de signos y síntomas del SFC, aunque la patogénesis queda por elucidar en un  futuro inmediato, se acuña la teoría “hit and run” común en los procesos autoinmunes, postvirales y de  disregulación de la cascada inflamatoria. 

Un largo estudio retrospectivo determino que de 837 pacientes 77 % tuvo previamente algún tipo de virus respiratorio  e intestinal, el virus golpea  y deja  toda una estela de pro inflamación desordenes inmunitarios que solo se verán  tiempos después

Dentro de los síntomas a tomar en cuenta para considerar el Diagnostico  de SFC resaltan:

1-fatiga extrema que dura al menos seis meses y que no puede explicarse por completo por otra afección  

2 -La fatiga empeora con la actividad física o mental, pero no mejora con el descanso.

3-insomnio o hipersomnia

4-Dificultades con la memoria, el enfoque y la concentración, cambios  de humor, apatía.

 5-Mareos e hipotensión ortostatica.

 

Cuando el filósofo surcoreano Byung-Chul Han en su libro “La sociedad del cansancio” años atrás no imaginábamos el impacto hecatombico en el sistema socio sanitario, en la salud mental y en la economía que representaría la pandemia del Covid-19 y aunque sus postulados son puramente humanista nada más cercano a la realidad distopica que estamos viviendo, su reinterpretación del mito de Prometeo es una analogía al SFC

 

Indicó que “el aparato psíquico del sujeto de rendimiento contemporáneo se violenta a sí mismo, está en guerra consigo mismo. En realidad, el sujeto de rendimiento, que se cree en libertad, se halla tan encadenado como Prometeo. Los dioses se cansaron; se cansaron las águilas; la herida se cerró de cansancio» solo  que en este momento histórico la herida seguirá abierta hasta que terminemos de entender los mecanismo patogénicos de este virus que al parecer vino para quedarse.

 

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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