Margarita Brito

Margarita Brito

Santo Domingo, República Dominicana.- Un buen periodista debe tener valores morales sólidos. Debe ser honesto, veraz, confiable, cuyo norte debe ser como el de un sacerdote, difundir la verdad y contribuir desde su área a hacer el mundo mejor.

No es un comerciante que vende la publicación de informaciones. Nunca. La divulgación de informaciones debe ser gratuita y siempre ajustada a la realidad, a la verdad, sin importar lo que él o ella quiera que sea, nunca manipular la información hacía lo que cree debería ser.

Mostrar la noticia tal y como es, aunque si se desea interpretar y hacer opinión pública existen ramas del periodismo que lo permiten. No obstante, informar con objetividad es otra cosa.

El mundo cambió gracias al Internet y a las redes sociales que permiten una comunicación bidireccional. Los grandes medios escritos, la televisión y hasta la radio han tenido que migrar a la web para mantener su vigencia y las grandes empresas hoy se ven obligadas a escuchar a los consumidores, antes de producir un producto y escuchar sus quejas para mejorar los existentes, si no desean desaparecer.

La pandemia de coronavirus ha incrementado más aún el uso del Internet y de las redes sociales, tanto de empresas privadas, como de instituciones públicas y de gobiernos en todo el mundo.

En ese contexto, los medios digitales han adquirido mayor importancia, sin embargo, aunque realizan un trabajo, que en la mayoría de los casos lo hacen con la ética que requiere un medio de comunicación, lo cierto es que su subsistencia es difícil, cuando se quiere hacer un trabajo honesto y serio.

Acudir a actividades, que con la pandemia se habían reducido a su mínima expresión y que ya comienzan a ser presenciales, porque todo se reducía a ruedas de prensa por Zoom, Live y otras plataformas en las redes, implica gastos de tiempo y de dinero en combustible, ropa y otros, además del mantenimiento del medio.

Sin embargo, las empresas e instituciones que toman en cuenta a los digitales para sus notas y actividades, los obvian al momento de asignar su publicidad, pese a que muchas de esas empresas e instituciones al momento de evaluar el porcentaje de publicaciones en los medios en general, están conscientes de que el mayor volumen lo obtienen de los digitales.

La pandemia de coronavirus ha provocado el cierre de empresas, despido de miles de trabajadores alrededor del mundo, los medios de comunicación también han sido muy afectados, y qué decir de los diarios digitales dominicanos, si en países desarrollados como España, las asociaciones de editores prensa y las de radio y televisión privada han lanzado un grito de alerta, porque aunque la audiencia se ha disparado, la publicidad ha bajado.

En el país la publicidad se va a los medios impresos y a los digitales de estos, los medios digitales independientes, como este, no tienen ningún «Chapulín Colorado» que les defiendan, sus dueños que por lo general son los propios periodistas, trabajan a manos peladas, con el fin de aportar un granito de arena a la sociedad.

A principios del pasado año enviamos correspondencia a decenas de empresa e instituciones, no sólo presentando el medio e indicándoles que por más de 10 años les hemos publicado y cubierto sus actividades con objetividad y seriedad, si hubo dos respuestas aunque no satisfactorias, fueron muchas.

En cuanto a las instituciones, hubo una que ofreció dos meses de publicidad que se convirtieron en casi un año y en casi dos intentando que pagaran. Un cambio de ministro y muchas trabas, además de pago de impuestos por un pago no recibido fue todo lo que obtuvimos. Pero no fue sólo mi caso, otros colegas también pasaron por esa situación.

En fin, que la sociedad necesita además de la de los medios convencionales, la información independiente y profesional con valores sociales del periodismo digital y de ahí que este sector requiera del respaldo de los sectores público y privado, para seguir trabajando, pero con menos carencias para realizar su labor. Un trabajo de altura, comprometido con los mejores intereses del país.

Por Margarita Brito

Periodista con más de 20 años de experiencia en radio, televisión y prensa escrita. Esposa, madre y abuela. Escribo porque me gusta y porque nada me es ajeno.

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