Farouk James es un influencer británico de 8 años de edad con más de 270.000 seguidores en Instagram. Este jovencito tiene una cuenta en la red social de fotos y vídeos desde que tenía dos años gracias a una larga y espesa melena rizada que lo ha hecho famoso.
A través de sus vídeos se ha convertido en toda una celebridad que se dedica a explicar, entre otras cosas, los trucos que utiliza para cuidar su cabellera, en la que gasta 15 euros semanales.
El pequeño ha desfilado en la semana de la Moda de Londres, Nueva York y Florencia y ha sido la imagen de marcas como Guess o Rich Boys. Un amplio currículum que le podría abrir las puertas de cualquier sitio menos la de los colegios de su localidad, Fulham, en Londres.
La madre de este niño, Bonnie Miller, ha denunciado recientemente que ninguno de los tres centros religiosos de enseñanza secundaria de la localidad acepta a su hijo porque lleva el pelo largo.
La mujer se queja de que estos colegios obliguen a los niños a llevar el pelo corto como parte de su uniforme. Con el fin de preservar este rasgo identitario del menor, la madre ha lanzado una petición instando al gobierno a eliminar reglas como la longitud del pelo de los niños que ha calificado de “desactualizadas”.
También considera que se trata de normas que discriminan por motivos de género y raza. Una de las opciones que baraja la familia, en caso de no encontrar un colegio que acepte a Farouk, es declararlo como género no binario para evitar estas restricciones.